porque para que exista una Democracia se debe respetar una Ley Constitucional que acredita la defensa de los derechos y deberes de cada uno y donde sus Instituciones brillen en su transparencia de lealtad y compromiso.
Cuando en un Gobierno no se respetan las leyes penales y los jueces a su vez gozan de total impunidad para cometer un delito como el “prevaricato”, el sistema democrático comienza a mancharse en una violencia que terminará en un desquicio Institucional, en el cual se violarán los derechos y las garantías de los ciudadanos y se preservará el estado anárquico de una ruptura Constitucional.
Una democracia debe ser, cuando a la ley Constitucional se la respeta en toda su forma, quiere decir cada artículo que se encuentra establecido y donde los deberes de Estado deben ser respetados para que no supere el beneficio personal de quienes nos gobiernan.
Porque cabe recordar que los Gobernantes tienen Deberes para ejercer el sistema de derecho democrático y aquel que sobre pasa o pisotea la ley, comete un delito que debería ser penado por la misma Justicia.
La justicia en la Argentina nos ha dejado una marca en la indiferencia, nos ha discriminado y lo peor de todo nos ha violado el derecho a nuestra defensa por medio de la única ley que ampara a todo ciudadano, que es la Constitución Nacional, la cual también se suma la ley Penal.
Se nota que con el correr del tiempo, esta justicia se ha ido amoldando a un sistema político gubernamental, que soborna y amenaza para conseguir sus objetivos.
Es así como logra este Gobierno del FPV (Frente para la Victoria), sus objetivos en materia de los DDHH, Derechos humanos, donde más allá de defender los intereses generales, que son “los ciudadanos del hoy”, sino que es una manera persecutoria de una venganza o revanchismo que nos lleva de manera silenciosa a permitir que se sigan violando los derechos humanos de las personas y no solo de nuestros queridos Combatientes Antisubversivos hoy Presos Políticos , sino que hasta de los mismos ciudadanos civiles, que se encuentran en la desesperación por la falta de seguridad.
La Justicia ha quedado marcada por permitir que grupos armados y violentos sigan permaneciendo en la defensa de un Estado que jamás ha prevalecido la protección y el cumplimiento de su responsabilidad, dándonos las garantías Constitucionales que en un sistema Democrático debería existir.
Y en donde tenemos una Justicia, que solo funciona en el acomodo político de turno.
Esto es algo que nos ha dejado una mancha, una secuela y que la historia misma dejara impreso la falta de transparencia jurídica en su independencia con los Poderes de Estado.
Estos Jueces que pretenden juzgar, sin tener autoridad moral que los respalde en su proceder, serán la vergüenza de toda una historia, que no solo quedara impresa por varios testigos de esta época, sino que mas allá de una amnistía posible, en el futuro próximo, serán también perseguidos por quienes en este sufrimiento, y en la espera de Justicia hemos soportado las torturas más aberrantes que un sistema Democrático pueda cometer, donde están integrados los mismos políticos, por querer utilizar el medio de la Justicia para curar su sed de odio y venganza aun que deba traspasar el cerco de un sadismo cruel e ideológico, el cual no mide las consecuencias que se irán dejado en el camino en nuestra Patria, República Argentina.
¡Cuánto daño que le están haciendo a la sociedad poniendo a los militares presos!
¿Aun no se han dado cuenta que lo único que han conseguido fue desmantelar por completo el sistema Institucional tanto de las FFAA, como el de la misma Justicia, las cuales se han ido corrompiendo para poder continuar de una manera simbólica, pero inoperante, desmantelándose por completo, en el sentido de defensa Nacional y Civil, como también de los derechos humanos de todos sus ciudadanos?
No solo es una simple persecución a los uniformados pertenecientes a las Instituciones de las FFAA y Fuerzas de Seguridad, sino que también han dejado a los ciudadanos en el desamparo de su integridad, en la seguridad y justicia.
Porque no se puede salir a defender el orden civil ante la delincuencia, si cuando quienes tienen el deber de conducir dichas Instituciones están atados bajo normas Jurídicas y Políticas, que los deja sin ley que les permita amparar a los ciudadanos ante hechos delictivos, porque hoy se preserva mas la vida del delincuente, antes que la vida de un ciudadano de bien que cumple con el deber de ciudadano honrado.
No existen premios, a los que en su cumplimiento del servir dieron su vida por la de los ciudadanos.
Como tampoco existen premios al ciudadano que cumple con la ley en toda su honradez.
No existen castigos, a quienes interrumpen la vida de terceros o cometen delitos políticos, como funcionarios públicos, que hoy gozan de total impunidad ejerciendo sus derechos delictivos que los ampara en su fórmula de los falsos Derechos Humanos.
¡Sí!, los Derechos Humanos son falsos para todo los ciudadanos que quiera proceder de manera honrada y disciplinada, porque éstos solo miran un solo lado y es el delictivo, el cual los ha tenido en las sombras de su historia, ocultos políticamente, para hoy ser los herederos de su impunidad, la cual es el secuestro y asesinato de el resto de los ciudadanos, que merecemos tener políticas que defiendan el derechos universales, sin discriminación de Ideología.
Ningún político puede decir que vivimos en Democracia, porque para que exista una Democracia se debe respetar una Ley Constitucional que acredita la defensa de los derechos y deberes de cada uno y donde sus Instituciones brillen en su transparencia de lealtad y compromiso, ante todo un pueblo que pide a gritos ser respetado y porque no también educado en los ejemplos de quienes deben garantizarnos la ley en su cumplimiento total.
Erica Solange Scheller
No hay comentarios:
Publicar un comentario