sábado, 14 de agosto de 2010

CUANDO EL ERP Y EL EJERCITO ESTUVIERON FRENTE A FRENTE

Sangre en el Monte narra el momento en el que los guerrilleros subieron a la selva tucumana para hacer la revolución.

Por qué estaban destinados a fracasar.

Abril de 1975. Isabel Perón pasa revista a las tropas que participaban en el Operativo Independencia. A su lado, el general Vilas.



En marzo de 1974 entre cuarenta y cincuenta hombres del ERP subieron al monte para iniciar formalmente el entrenamiento en guerrilla rural.

La zona elegida fue la misma que venía explorándose desde fines de la década del sesenta:

al sudoeste de la provincia de Tucumán”.

El periodista Daniel Gutman reconstruye la aventura de los revolucionarios en los cerros tucumanos y los combates que hubo entre estos y el Ejército argentino.

La historia, narrada en Sangre en el Monte y editado por Sudamericana, cuenta con precisión los días que los guerrilleros pasaron en el monte tucumano, la manera de actuar, la estrategia de los militares -amparados bajo el gobierno de Isabel Perón- y el inevitable triunfo de la “Operación Independencia” ante la diferencia de fuerzas.

“Dentro de lo que pasó en la década del ‘70 el monte tucumano tiene su particularidad.

La guerrilla en la Argentina fue urbana en general, pero en Tucumán muy distinto.

Ahí fue el único lugar donde hubo verdaderos enfrentamientos armados entre dos bandos uniformados”, explica Gutman en diálogo con Perfil.com. -

Pero con distinto poder de fuego. Bueno, existe el mito de que la gente del ERP estaba entrenada en Cuba o en otro país comunista para la guerra de guerrillas y cuando investigás un poco te das cuenta de que eran una minoría los que estaban realmente entrenados.

En general se fueron con mas ilusión que otra cosa.

-Cuando vemos las condiciones de trabajo en los ingenios tucumanos, más la desocupación de la provincia (14,2% en 1972, la más alta del país)

¿se puede encontrar ahí la razón del desarrollo de una guerrilla como la del ERP?

Tucumán era una provincia donde prosperó la industria azucarera y el único lugar industrializado con fuentes de trabajo masivas del norte argentino.

Trajo inmigrantes de todo el norte y en la década del ‘60 sufre un derrumbe total.

También hay que tener en cuenta la tradición de combate de los ingenios azucareros.

Roberto Santucho (líder del ERP) decía que no había tanta burocracia sindical y eso era bueno para la guerrilla.

-¿Cuál cree que fue el error del ERP en Tucumán?

Hacen una lectura que es equivocada, del compromiso que iban a tener ahí.

En esa época los EEUU se iban de Vietnam.

Querían emular esa gesta.

Pero en Vietnam había un invasor extranjero.

El ERP decía que las Fuerzas Armadas de la Argentina eran extranjeras.

Soñaban con que los colimbas abandonaran el ejército y se pasaran a la guerrilla, algo erróneo.

-En el libro se cuenta de la charla en Cuba de Fidel con Luis Mattini (enviado del ERP), Castro le dice que no es momento de guerrilla,

¿porqué cree que Santucho decide seguir adelante?

Santucho tenía un pensamiento místico y un convencimiento tan fuerte de que iba a triunfar la revolución que le costaba entender razones.

Lo pensás desde hoy y un grupo de 150 guerrilleros en el monte contra el Ejército argentino y es una diferencia de fuerzas tan grande que suena imposible.

Ellos veían un apoyo popular que al principio existía.

Había una simpatía con los guerrilleros de los pueblos tucumanos.

Pero de ahí al compromiso, bancarse la vida en el monte es distinto.

Sólo le ofrecían un puesto de combate.

-¿Qué particularidad observó en el enfrentamiento entre el Ejército y los guerrilleros en Tucumán?

Es interesante mostrar que cuando llega el Ejército en 1975 a la provincia no sube al monte, sino que se concentra en la gente que simpatizaba con el ERP y esos campesinos son los primeros en sufrir la represión del Ejercito.

Ahí el error de los guerrilleros.

Ellos veían que los norteamericanos entraban a un pueblo vietnamita, mataban indiscriminadamente y eso generaba odio contra el invasor.

Pensaban que iba a pasar lo mismo pero el Ejército instala una cosa de terror tan dura que nadie los enfrenta.

-Esto demuestra que la represión ya había comenzado antes del ‘76.

Lo que pasa en Argentina a partir del golpe de marzo pasó en Tucumán mucho antes.

Podés observar ahí los primeros centros clandestinos, cerca de 10 en 1975.

Fue un ensayo para lo que se iba a poner en marcha.

Ya había oficiales del Ejercito que viajaban a Tucumán a ver como había actuado el Ejército contra la guerrilla.



(*) De la redacción de Perfil

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