Llegó citado por la defensa del General Luciano Benjamín Menéndez y ante el Tribunal Oral Federal aseguró que sería tremendamente objetivo en su testimonio, haciendo un relato histórico de la época, aunque adelantó que en el año transcurrido desde su anterior visita a la provincia, había recogido muchísima información nueva con la que estaba terminando un libro que sin duda causará revuelo, en el que se refiere a “decenas” de personas que fueron militantes guerrilleros y luego pasaron a ser parte de las Fuerzas Armadas a quien le brindaron valiosa información.
Como siempre el testimonio de Acuña no pasó inadvertido para nadie, “unos y otros” escucharon silenciosamente su relato y si bien por supuesto se veía rostros compungidos y las opiniones a la salida de la audiencia estaban divididas, todo se desarrolló en un marco de absoluto respeto.
Uno puede estar de acuerdo ó no con lo que dice, pero lo que no se puede discutir es que maneja información importante y que ha estudiado muchísimo sobre el tema.
También yo intentaré ser objetiva y salvo la introducción para ubicarlos en el lugar, me limitaré a transcribir su relato para que cada uno saque sus propias conclusiones.
Acuña llegó a Tucumán en el vuelo del lunes a la tarde, y bajó del avión en silla de ruedas ya que debido a su estado de salud, camina con mucha dificultad.
Sin embargo venía con toda la fuerza que le da “su compromiso con la Patria” según dijo a éste medio y la seguridad que le brinda el conocimiento sobre el tema.
A la noche comió con familiares de Menéndez y algunos amigos, en un restaurante típico de Yerba Buena, “el Lola Mora” donde se dio el gusto (pese a su estricta dieta y sólo por ésa noche) de comer empanadas tucumanas bien picantes, después pidió humita en chala y de postre quesillo con miel de caña que “saboreó” mientras charlaba animadamente.
A la mañana se levantó en un hotel frente al Parque 9 de Julio, preocupado porque su azúcar había subido muchísimo y en taxi se trasladó al edificio del Tribunal Oral Federal en donde debía declarar como testigo de Luciano Benjamín Menéndez.
Llegó espantado con el tráfico de esta ciudad, que efectivamente es un caos, contando que demoró más de media hora para atravesar las menos de 10 cuadras que separaban al hotel del TOF. Cuánta razón tenía en despotricar Acuña, cualquier tucumano puede dar fe de eso. Y al caótico tráfico lo dificulta aún más el corte en la cuadra donde se realiza este juicio, que despierta TAN poco interés de la gente y al que asisten no más de una veintena de personas, pero en el que se hace un operativo descomunal con vallas de seguridad y gendarmes que custodian el edificio, donde sinceramente no hay ningún desborde ni manifestaciones de ningún tipo.
Estaba previsto que la audiencia, fijada para las 11 de la mañana, comenzara con el testimonio de Carlos Ruckauf, también presentado por los abogados defensores de Menéndez quien hablaría por video conferencia, pero una vez más la tecnología falló y su declaración fue pasada para el próximo martes.
La sala de audiencia presentaba un aspecto diferente que para nadie pasó inadvertido. Por primera vez desde que comenzó este juicio, el sector destinado a familiares de los imputados estuvo colmado.
Hasta ayer, ninguna persona allegada a ellos había asistido a presenciar el juicio, sin embargo, el interés que despertaban los testimonios de Ruckauf y Acuña y evidentemente el apoyo que quisieron demostrarle al testigo, hicieron que varias personas hicieran un alto en sus actividades para concurrir, algo que después admitieron, les resultó bastante interesante.
Del lado de la querella y familiares de las víctimas, hubo poco más de una decena de personas, pero nobleza obliga, hubo respeto, tolerancia y silencio durante toda la jornada aun cuando hubiesen disentido.
En la sala no hubo abucheos de ningún tipo (hacia ninguno de los testigos) y salvo algunas escaramuzas lógicas entre abogados de uno y otro lado, excelentemente resueltas por el Presidente del Tribunal, el silencio reinó a lo largo de toda la audiencia.
Ronda de testigos:
A las 11 y 20 se inició la audiencia. Ocurrió algo inusual ya que el Tribunal en pleno estaba sentado en el estrado esperando a los abogados y al Fiscal que llegaron corriendo generando las risas de todos.
El primero en pasar fue el ex policía Reinaldo Contreras, quien estuvo dubitativo y poco preciso, luego declaró el mecánico armero de Gendarmería, Víctor Aranda, quien escuchó el informe en el dio detalles del armamento (de guerra y civil), que según la Policía, secuestró en la casa donde estaban los cinco guerrilleros muertos en este enfrentamiento ó allanamiento.
Como cosa llamativa dijo que para guardar toda esa cantidad de armas, sería suficiente un espacio de 1.30 aproximadamente por 30 cm, tema que viene siendo muy discutido por las partes en cuanto a que unos afirman que en la casa no había espacio para ese armamento que denunciaron había y otros aseguran que el armamento existía, lo cual deberá resolver obviamente el tribunal y no nosotros.
Tras estos dos testimonios, el Presidente del Tribunal Gabriel Casas anunció un cuarto intermedio de veinte minutos para almorzar.
Almuerzo frugal:
El bar situado al lado del edificio del Tribunal Oral Federal parecía un hormiguero en donde reinaba “la tolerancia”, si ese minúsculo reducto de calle Chacabuco hubiese podido mostrarse en pantallas, seguro más de uno hubiese quedado atónito y gratamente satisfecho, parecía querer demostrar que convivir pacíficamente en Argentina respetando a quienes piensan diferente, es posible y está ahí, a la vuelta de la esquina.
En una mesa se sentaron los integrantes del TOF, Gabriel Casas, Carlos Jiménez Montilla y el cordobés Pérez Villalobo quien ha sido cuestionado por el Dr. Adolfo Bertini por algunas razones como el haber sido visto en el Museo de la Memoria ó el haber jurado, según dijo en la audiencia, por la memoria de los muertos en Trelew.
Pérez Villalobo integró el tribunal que en diciembre pasado condenó a Menéndez, Videla y otros a prisión perpetua en Córdoba, ese mismo Tribunal que no le permitió a Acuña declarar en Córdoba, aun cuando ya estaba en el TOF de esa ciudad listo para dar su testimonio. Sin embargo ayer, sorpresiva y civilizadamente, Acuña junto al Coronel José María Menéndez (hermano del General imputado en la causa) se sentaron en una mesa contigua a la de los integrantes del Tribunal.
En otra mesa muy cerca estaban un grupo de señoras, familiares y amigas de los Menéndez, en otra el Secretario del Tribunal Oral federal junto a otros empleados afectados al juicio y en la restante un grupo de policías.
Todos democráticamente comieron las tartas y minutas que se sirven en el sencillo lugar menú con el que debió conformarse Acuña al no conseguir el “bife de chorizo” que pedía a viva voz.
Que pase el testigo Carlos Manuel Acuña:
Mientras Carlos Manuel Acuña volvía al TOF luego de su improvisado almuerzo, se sintió desde la vereda el llamado a que entre a la sala y se sorprendió…no podía caminar más rápido, lo hacía con dificultad apoyado en su bastón, por lo que debió ingresar por una puerta lateral y hacer el juramento “por Dios y los Santos Evangelios” ya desde el banquillo en el que debía sentarse y luego de saludar desde ese mismo lugar a los integrantes del Tribunal Oral. En la Sala hubo silencio total…
La causa en trámite, denominada “Romero Niklinson” investiga la muerte de cinco militantes montoneros que al momento de los hechos estaban reunidos en una casa de la calle Azcuénaga, en la ciudad de Tucumán. Ellos eran:
María Alejandra Niklinson, Fernando Saavedra Lamas, Juan Carlos Meneses, Atilio Brandsen y Eduardo González Paz.
En ese momento habían salido por unos minutos de la casa, el marido de María Alejandra Niklinson con su hijita de 1 año y 4 meses, Alejandra Romero, hoy abogada querellante.
Todos menos Saavedra Lamas que logró escaparse, murieron allí mismo. Saavedra Lamas fue perseguido y lo mataron cerca de la Iglesia del barrio en donde está ubicada la casa. Mientras las FFAA sostienen que alertados sobre esa reunión allanaron la vivienda y se produjo un enfrentamiento, la querella insiste que todos ellos fueron asesinados porque dicen habrían muerto por “estallido de cráneo”.
El Tribunal Oral en lo Criminal Federal deberá fallar la próxima semana en base a los testimonios y pruebas presentadas.
El testimonio de Acuña:
Adolfo Bertini, abogado defensor del General Menéndez, le pide a Carlos Manuel Acuña que explique cuál era el contexto político en mayo de 1976, cuando se produjo el hecho en cuestión y cuál era el ambiente social de esa época.
Acuña: Habida cuenta de que el año pasado hubo alguna desinteligencia en base a mis declaraciones, quiero decir que mi testimonio será estrictamente profesional en mi carácter de historiador y que hablaré con toda objetividad, y decir también que desde el año pasado cuando declaré, hasta hoy, surgieron muchísimas novedades
Dr. Casas (Presidente del Tribunal) interrumpe:
Señor Acuña, hable tranquilo, este es otro juicio y sus declaraciones del año pasado no serán tenidas en cuenta acá
Acuña: Voy a la pregunta.
En aquella época había convulsiones como nunca antes se vivió en la historia moderna.
Mucha intranquilidad social.
Había lo que se llamaba “bandas revolucionarias”, la más importante la organización Montonera, luego el ERP y después bandas menores que eran desprendimientos de esas dos con fines tácticos.
En el año 76 había un gobierno civil que presidía Isabelita, María Estela Martínez de Perón para ser más exacto, la mujer de Perón, que no tenía poder interno ni capacidad para establecer orden.
Podría decir que se reclamaba a viva voz la intervención militar para dar término al caos reinante.
En verdad todos los días explotaban bombas, había atentados, morían inocentes.
Podríamos abundar en detalles…
En 1976 los centros urbanos sufrían con mayor intensidad los embates de la guerrilla y habían focos en las zonas rurales adiestrados por Ernesto Guevara de la Serna, “el Che”.
Un error fue que ellos no tuvieron el apoyo que imaginaron en los sectores rurales ni en el campo, por eso era que las acciones se desarrollaban principalmente en la ciudad.
Era una “nueva guerra” que aparecía no como fenómeno nacional sino como un fenómeno regional como podemos ver si nos transportamos a ésa época en países vecinos como Chile ó Uruguay por ejemplo.
Podemos decir que era una época de anormalidad absoluta. No había seguridad, la vida social se paralizaba con la entrada del sol, había enfrentamientos entre Fuerzas de seguridad y diferentes “bandas”, muchas muertes, bombas en lugares emblemáticos.
También quiero destacar la capacidad operativa que tenían esas bandas:
Inteligencia propia que los llevaba a tener infiltrados
Importantes armamentos, desde granadas propias (Montoneros), otras de origen español y además fusibles, armas cortas de toda naturaleza pero de primera calidad. Era tan avanzada la capacidad bélica que hasta tenían “fábrica de armamentos”.
Otra arma era la famosa ametralladora FAL mejorada.
En cuanto a la situación política, los políticos no daban ideas, para calificarlo de alguna manera, adoptaban una “actitud distraída”.
Excepto en un momento que en el Congreso, agrega, los Diputados pidieron en forma agresiva una solución de “manera violenta a la guerrilla”.
Como por ejemplo Alberto Stecco que era un diputado gremialista que dijo en pleno recinto:
“hay que sacarlos como tejos y matarlos como ratas” y no fue el único.
Cuando toman conciencia de la gravedad de la situación
Haciendo memoria, continuó el señor Acuña, el reguero de muertes comenzó con la bomba que estalló en un edificio de la calle Posadas, en donde estaban reunidos importantes militantes allá el año 1964.
Ese estallido no sólo produjo varios muertos sino que además arrojó una serie de datos muy importantes que las Fuerzas de Seguridad recogieron de entre los escombros. Hasta entonces, nadie pensaba dentro de las FFAA que la situación era TAN GRAVE.
Hasta entonces sólo se pensaba que era un proceso revolucionario que con políticas adecuadas podrían erradicar.
Recién ahí, en base a planos que recogen, se dan cuenta y toman conciencia de lo que se venía en Argentina.
La rama de inteligencia de las FFAA tenía gente muy capaz, pero entendieron que no tenían capacidad para “operar” y que entonces debían apoyarse en otras ramas del Ejército ó Fuerzas de Seguridad.
Esto se soluciona cuando María Estela Martínez de Perón pone POR DECRETO, en funciones a las FFAA.
Se crea un estado de fuerzas significativo pero no suficiente, por lo tanto en 1976, las Fuerzas Armadas, al NO PODER PONER ORDEN, toman el poder.
Interrumpe Bertini y dice:
Mi pregunta señor Acuña, está referida específicamente al año 76 y en particular a la organización montonera.
En ése ámbito me gustaría nos cuente que significaba ese “brazo armado” y cómo se sostenía económicamente.
Acuña: Montoneros se diferencian del ERP porque estos los tenían como brazo armado. Montoneros en sí mismo constituía un EJÉRCITO.
En algunos lugares montoneros adoptan un “subtítulo” de “Evita montonera” y luego, “Ejército de liberación nacional”.
Se estuvieron formando en Cuba desde el 68 con una organización llamada “Olas” (Organización solidaria latinoamericana). Si tomamos en cuenta eso, podemos decir que la situación bélica de Montoneros era cuasi profesional.
La “Guerra”
La guerra se encuadra dentro del concepto de guerra fría que regía para ésa época. Diría que eso sucedía en función del equilibrio nuclear, dice acuña mientras sigue el silencio en la sala y la atención por parte de todos y seguramente por diferentes motivos, es total.
Argentina, explica Acuña, fue elegida como blanco por diferentes razones:
Productor de alimentos
Población blanca sin conflictos religiosos ni raciales
Capacidad tecnológica importante
Geografía atractiva
El perfeccionamiento con que gozaba montoneros producía actos armados sumamente importantes que llevaron a las FFAA a la guerra.
Este sistema, esta planificación, quería responder a experiencias muy conocidas en otros países como Francia con Argelia, por ejemplo, o EEUU con Vietnam.
La situación más grave que se vivía era con Chile, en donde se apuntaba a una “frontera flexible” que permitiera actos subversivos en los dos países.
Algunos traidores:
Carlos Manuel Acuña siguió con su relato, basado en años de estudios e investigaciones sobre el tema. Y habló de las traiciones cometidas dentro de las bandas…
Contó que hay un antecedente, cuando uno de los cinco hombres más importantes de la custodia de Ernesto Guevara de la Serna (siempre lo nombró así), fusiló a un militante de su propia tropa por considerarlo “traidor”.
Entre estas personas hay gente como Graciela Daleo dijo con fuerza, que hoy es testigo en diferentes juicios. Personas dijo Acuña, que intervinieron en “fusilamientos” aunque para la legislación local serían “actos prescriptos” afirmó, pero van a haber sorpresas dijo porque “hay decenas, sino cientos de personas que militaron en la guerrilla y luego pasaron a dar informes a las FFAA”
Bertini vuelve a interrumpir: Para mí la pregunta está contestada.
¿Y con respecto a cómo se sustentaban?
Le pregunta al testigo
Acuña: Las FAP tuvieron en parte la función de juntar recursos para el futuro. En segundo lugar, hubo muchísimos secuestros, INFINIDAD de secuestros.
En las provincias más industrializadas como Córdoba y con menos índice de desocupación, hubo innumerables secuestros.
El Tribunal tiene un trabajo realizado por mí con todos los secuestros y montos de hasta 5 millones de dólares, dijo mirando a los jueces y siguió.
También hubo un secuestro famoso, prosiguió Acuña, el de los hermanos Born de 60 millones de dólares que en aquella época fue algo impresionante.
Y esos millones que “recaudaban” fueron en parte para mejorar el sistema militar, otros partieron a Cuba y otra parte importante le fue entregado a la mano derecha de Galimberti el “Beto Ahumada” que se llevó un valijón con 5 millones y se “esfumó” en el aire.
Se fue a otra parte del mundo en donde seguramente vivía muy bien, dijo en tono irónico.
Montoneros tenía muchísimo dinero, aseguró, se pudo comprobar incluso en algunos allanamientos y además se veía en el despliegue que realizaban con automóviles seguros, viajes de ida y vuelta a la Habana vía México o vía Europa.
Y volvió sobre el tema ES IMPORTANTE DECIRLO, que muy buena parte de la dirigencia guerrillera fue CAPTADA por las Fuerzas armadas y entraron a trabajar con los militares afirmó de manera insistente.
Otro ejemplo señaló, Roberto Cocloz era el jefe de inteligencia del ERP y terminó trabajando para la Armada. ERA UN PROFESOR DE LA INTELIGENCIA
Roberto Quieto, hombre de inteligencia de Montoneros especialista en seguridad había dictado normas incluidas para aquellos que caían prisioneros sobre cómo debían comportarse prosiguió.
Quieto fue detenido en una playa, creo que era Vicente López, había una reunión de familia vulnerando todas las normas de seguridad dijo, nadie cree que haya sido un acto improvisado, repito IMPROVISADO dijo con más fuerzas.
Y Quieto entregó a infinidad de personas, estuvo detenido mucho tiempo, un día desapareció, se fugó.
Tenemos informes blindados. (Acá debo hacer un paréntesis y contar que en una conversación por aparte alguien consultó a Acuña que significaba eso a lo que explicó que:
Quieto Argeñaras era un hombre inteligentísimo, se sospecha que se ubicó en una playa cercana a la Quinta de Olivos, cosa que él mismo enseñaba no hacer para evitar ser capturado y se sospecha dijo que habría arreglado su detención.
Este dio información valiosa sobre “Casas seguras”, lugares de depósitos de armas, documentación, listas de personas y personas en capital y el interior manifestó Acuña.)
Hay informes secretos que salen a la luz y después vuelven a esconderse, dijo. Lo más probable respecto a Quieto Argañaraz, es que haya cobrado y desaparecido de escena dijo luego…
Acuña sostuvo que ninguna de las personas que se cambiaron de bando fueron asesinadas, por el contrario sostiene que habrían cobrado fuertes sumas y obtenido en algunos casos pasajes al exterior.
Dijo también que “aquellos que fueron “COOPTADOS” por las FFAA han entregado aproximadamente al 25 % de los militantes y permitido encontrar depósitos de armamentos e información valiosa. Gracias a ellos “la guerra se acortó”.
Prosiguió: Yo en el último año he estado investigando éste tema. Me he inspirado en un libro escrito y publicado por Álvaro Alfonso en Uruguay, se llama creo “Los informantes comunistas” que detalla la importante cantidad de dirigentes guerrilleros de ese país que luego fueron informantes del Ejército uruguayo.
Preguntas, cambios de opiniones y tensa calma para usar una frase archi conocida:
Interrumpe el Dr. Ciro Lo Pinto en su carácter de defensor oficial: Acuña, trayéndolo a la problemática de este debate en que hubo un ENFRENTAMIENTO entre Ejército y guerrilleros, quiero comentarle que ninguno de los fallecidos era tucumano.
¿En ese contexto de los años 75, 76, 77 por qué revestían tanta importancia dentro del contexto nacional y en qué época y por qué razón pasaron a la clandestinidad?
Objeción!! Dice el Dr. Emilio Guagnini, único abogado de la querella que hizo uso de la palabra:
Él (en alusión a Lo Pinto) habla de enfrentamiento y eso no ha sido afirmado, con voz grave.
Lo Pinto: Lo que Guagnini establece señor Presidente, es lo que nosotros venimos planteando, ellos hablan de VÍCTIMAS, ASESINATO y nosotros nos quedamos callados, creo que cada uno puede decir lo que le parece y ser respetado.
Guagnini: Usted incurre en un error procesal, induce al testigo
Gabriel Casas, presidente del Tribunal: En definitiva señores, este Tribunal habla todo de manera hipotética.
La defensa dice ENFRENTAMIENTO y es legítimo y Uds. dicen fusilamiento y también es legítimo. En definitiva cada uno puede decir lo que le parezca y luego este Tribunal dictaminará, dijo con firmeza pero respetuosamente hacia ambas partes.
Lo Pinto: Tucumán, dentro de ese contexto nacional,
¿por qué es tan importante?
Acuña: Tucumán es importante por una razón estratégica.
Por 1° vez el Ejército enfrenta al ERP en un terreno semi clásico.
Tucumán es estratégico por su terreno, por el monte.
Por la concentración obrera alrededor de los ingenios azucareros, porque la guerrilla pensó que iba a arrastrar a los sectores de clase media y baja.
Pero se equivocaron y eso no sucedió.
LA GUERRILLA COMETIÓ UN ERROR DESDE EL COMIENZO HASTA EL FINAL, dijo, pensó que contarían con el apoyo de la opinión pública y ocurrió todo lo contrario.
Había desesperación en la guerrilla por demostrar que los sectores populares los acompañaban, incluso por eso llaman “Ramón Rosa Jiménez” a una columna, que era el nombre de un obrero azucarero, necesitaban el apoyo popular.
En Tucumán la cantidad de muertos de un lado y de otro fue importante.
Era un escenario relativamente clásico en donde se aprenden y establecen normas, por ejemplo el avance en la selva:
siempre precedían oficiales, luego sub oficiales y por último la tropa.
Así muere el Capitán Cáceres y como ése infinidad de casos.
Grave error: la masa fue contraria al accionar de la guerrilla, en Tucumán el pueblo no apoyó.
Otro error fue el que mencioné al principio, un error en seguridad. El estallido de una bomba en la calle Posadas, donde funcionaba una célula y se armaban explosivos.
Allí se rescatan planos con dibujos y datos precisos sobre lugares y gente.
Había datos específicos de Tucumán, la concentración de la población en zonas azucareras, las bajadas del cerro, de la selva a la población urbana…digo esto para demostrar que había coherencia en todo.
Era la internacionalización de una guerra extranjera que iba a desarrollarse en el ámbito de Tucumán.
Y los errores vuelven a repetirse hoy, en el plano político y se trasladan al plano judicial, y lo digo en referencia a tantas personas que están siendo juzgadas por delitos de “lesa humanidad”, delitos dijo con fuerza, que cuando sucedieron no figuraban como tales.
ESOS DELITOS MANIFESTÓ DEJANDO PERPLEJOS A TODOS, DEBERÍAN TRASLADARSE A TODOS AQUELLOS QUE SE CAMBIARON DE BANDO Y QUE PERMITIERON EN TODO CASO ALLANAMIENTOS, DETENCIONES.
Además, resaltó, las leyes nunca son retrospectivas, sin embargo acá y ahora, eso no se respeta.
No más preguntas dijo el defensor Lo Pinto, acaso para poner paños fríos en la cuestión.
La querella tiene la palabra y pregunta Guagnini:
¿es usted abogado?
Acuña: No, no soy abogado, estudié abogacía pero no pude terminar.
Guagnini: Le informo entonces que el concepto de lesa humanidad es anterior a los hechos vinculados a la dictadura militar
Ahora le pregunto: ¿Qué opinión le merece la tortura cómo método para obtener información?
Carlos Manuel Acuña: Primero le digo que tengo entendido que el delito de lesa humanidad se sanciona a fines del siglo pasado y acá se aplicó a principios de siglo.
“LA TORTURA ME PARECE REPROBABLE”, sí, REPROBABLE, yo no podría torturar jamás ni podría haber presenciado tortura… hace un silencio… y agrega pero “puedo llegar a comprenderla”.
Hay legislaciones que aceptan la tortura como método para conseguir información.
En 2° lugar, puedo hablar del mito de tortura en Argentina y decirle que esto es motivo de una futura publicación… hablando de mitos que le parece
Guagnini con voz firme le dice “entonces para usted la tortura es reprobable pero es comprensible”…
¿Durante la dictadura militar según usted, de parte de las FFAA se realizaron torturas?
Acuña: no le puedo asegurar
Está contestada, dice Guagnini.
Acuña sigue: puedo presumir que hubo torturas, ES UNA GUERRA, pero la “cooptación” de elementos subversivos evitó la tortura.
Lo digo categóricamente, una cooptación o una captación daba mucho más resultado…yo tengo un hermano desaparecido y sé muy bien lo que significa tener la guerrilla metida dentro de la casa, dijo Acuña, y a mi hermano le aseguro que no lo torturaron.
Guagnini: ¿Qué opinión le merece el rapto de bebés?
Acuña: Que NO hubo en los términos que está planteado.
NO hubo robo sistemático, hubo un par de casos, pocos, en que fueron “actos de amor” de personas que quisieron cobijar a esos bebes… (Abro otro paréntesis… esta misma respuesta dio en el juicio del año anterior y causó muchísima irritación)
Guagnini: Usted dijo que fueron actos de amor los robos sistemáticos…
Acuña: Yo le contesté que NO hubo robo sistemático.
Bertini, abogado defensor se queja a viva voz: Objeción, está queriendo confundir al testigo!!!, su co-defensor Lo Pinto agrega enojado que las preguntas no tienen nada que ver con el hecho que se está investigando.
Presidente del TOF: Sin perjuicio de las respectivas partes, pregunten uno y otro sobre los hechos intentando que se acerquen lo más que puedan al tema tratado
Guagnini insiste: Usted dijo que NO hubo acciones sistemáticas, que fueron pocos los niños apropiados por el Ejército que fueron actos de amor.
Acuña: así los entiendo yo, protegieron a los bebes…
Guagnini: Para usted apropiarse de bebés y cambiar su identidad ¿NO ES DELITO?
Ciro Lo Pinto: Me opongo!!!
Guagnini: El ejército argentino recibió ayuda del Estado norteamericano, de la CIA?
Acuña: Lo ignoro… pero de escuelas americanas sí y todo lo que sea enseñanza me parece positivo.
Guagnini: El Ejército argentino entonces recibió ayuda del Estado norteamericano y de escuelas americanas…
Acuña: Y me parece positivo.
Guagnini: ¿Lo que se enseñaba era doctrina contra inseguridad en escuelas de América?
Acuña: Creo que sí, espero que sí. Le voy a explicar que existe en las FFAA actos bilaterales que son intercambios entre diferentes Fuerzas cuando hay políticas comunes para intercambiar información y tecnología.
Guagnini: Perfecto. Esta escuela tenía la tortura como método para obtener información.
Acuña: Tengo entendido que NO.
Guagnini: señor Acuña… ¿usted trabajó como parte del personal civil del Ejército?
Bertini furioso: Me opongo!!!
Esa pregunta encierra presunción de delito!!
Presidente Casas: ¿Por qué es delito ser miembro de inteligencia del Ejército?, le pregunta al defensor Bertini.
Guagnini: Si la defensa considera que es delito ser parte de la inteligencia del Ejército estamos en serios problemas…
Bertini: dice con convicción, señor Presidente, me parece que es de público conocimiento que acá se están investigando a personas que habrían trabajado en inteligencia, en Tucumán hay civiles presos!!!, en ese contexto no es una pregunta común!! Vocifera
Guagnini: ¿Y de la CIA???
Acuña: Con fuerza NO, ROTUNDAMENTE NO, pero si hubiese trabajado también le diría que NO.
Guagnini: Usted tiene información muy específica, ¿de dónde la sacó?
Acuña: del libro de Miguel Bonasso por ejemplo, del de Caparrós, son públicos
Guagnini: ¿Usted tuvo acceso a los archivos de la Armada?
Acuña: lo mira y le dice, ¡NO!, pero perdón,
¿Qué son archivos de la Armada?
Guagnini: explica que era información confidencial que tenían.
Acuña: Si eran confidenciales, de ninguna manera.
Guagnini: Usted es periodista.
Durante la dictadura, ¿existía prensa afín a la dictadura?
Acuña: Entramos en un terreno complicado y debo decirle que la inmensa mayoría de los medios, los más grandes y los más pequeños, APOYARON el proceso militar.
Después hubo muchas críticas, pero más del tipo administrativas.
En la época del proceso debe saber que había cosas de contenido militar y otras administrativas.
Pero le sugiero…
Guagnini interrumpe: ¿Sí o no?
Acuña: sí señor
Guagnini: ¿Usted puede considerarse afín?
Acuña: Entre 1960 y… no recuerdo bien la fecha, trabajé en “La Nación”, me absorbió tanto que no pude terminar mis estudios de abogacía.
Lo primero que aprendí allí y que me sirvió para siempre, me lo enseñó un GRAN PERIODISTA, Octavio Hornos Paz y era:
Ser objetivo hasta el límite
No mentir jamás
Si no estoy seguro de algo, decir que es dudoso
Y lo he ejercido toda mi vida señor.
Guagnini: Usted dice entonces que puede poner en duda lo que está escrito. ¿Sus libros por ejemplo?
Ciro Lo Pinto se queja: ¡No tiene sentido señor presidente!
El parecería querer ganar un duelo verbal dice ofuscado.
Guagnini: ¿Tiene conocimiento del Juicio a las Juntas Militares?
¿La causa 13?
Acuña: si, es una causa manipulada, se atribuyen hechos inexactos, no pregunte cuales, han pasado más de 30 años pero están documentados en mis escritos.
Guagnini: Usted declaró el año pasado ante este mismo tribunal, permítame señor Presidente leer…
Interrumpe con fuerza la defensa: ME OPONGO!!!, señor Presidente, primero no está permitido leer, en segundo lugar, usted le ha dicho al testigo al comenzar a hablar que este juicio era otro diferente y que nada tenía que aclarar respecto al año anterior, está “desubicada” la querella en este debate, si tiene desinteligencias que lo aclare en otro lado!!… insistió molesto el Dr. Lo Pinto
Lo eximo de la defensa del señor Acuña Doctor, él es un testigo, no un imputado dice el Presidente del Tribunal y por primera vez hay algunas sonrisas en medio de la tensión y el silencio
No hay que atacar al testigo, responde Lo Pinto.
Presidente: el testigo requiere características diferentes, es experto en “amicus curiae” dice y le explica en voz baja al testigo lo que quiso decir lo que acuña le agradece
Guagnini insiste en leer lo que sostiene fueron “declaraciones delirantes” en el juicio del año pasado…
Ciro Lo Pinto levanta la voz: ¿Cómo va a decir DELIRANTE???
Guagnini y la querellante Alejandra Romero Niklinson mientras tanto, ven algunos papeles, leen y comentan entre ellos…acuña espera…NO MÁS PREGUNTAS dice el abogado querellante
El turno del Fiscal:
El fiscal Leopoldo Peralta Palma (subrogante) tiene una modalidad por lo menos en su trato, pausada y respetuosa siempre:
Presidente del Tribunal: Tiene la palabra señor Fiscal.
Peralta Palma: Buenas tardes, señor Acuña. ¿Desde cuándo trabajó usted en “La Nación”?
Acuña: Buenas tardes señor.
Desde 1960, hasta finales de los 60, luego de los 70 en adelante, después trabajé en “La Prensa” donde regían exactamente las mismas reglas y me enorgullezco de ello.
Fiscal: Usted dijo algo muy lindo señor Acuña. Habló de objetividad, de no mentir….bueno, yo le haré algunas preguntas relacionadas a la causa.
A continuación lee el comunicado que publicó el diario “La Nación” cuando ocurrió este hecho de la muerte de cinco militantes guerrilleros que se investiga en este juicio. Le pregunta, ¿es cierto, existió?
Acuña: si lo publicó es porque existió.
Fiscal: De las cosas que usted ha comentado, hay algunas en las que le pido más precisión.
Dijo “que se había dividido en zonas el país”
Acuña: Sí, creo que fueron siete, es público y se tomaban decisiones estratégicas, cada Comandante con independencia.
La operatividad, la directiva que existía admitía flexibilidad, no era una sola rama de la Fuerza, todas interactuaban en la misma causa.
Fiscal: Pero la decisión final, ¿quién la tomaba?
Acuña: En las FFAA hay una estructura, una jerarquía
Fiscal: O sea el Comandante…
Acuña: No significa que el comandante lo va a ejecutar, no puede el Comandante tomar una emboscada….lo hacen quienes son víctimas de esa emboscada
Fiscal: Otra cosa, este concepto de Fuerzas “conjuntas”, ¿usted dice que la policía quedaba “sometida” a la Fuerza militar?, ¿qué función cumplía cada uno?
Acuña: Las propias, no soy un especialista en el tema, señor fiscal.
Fiscal: ¿Toda la policía o un sector?
Acuña: No le puedo contestar, creo que es global
Fiscal: ¿Usted es licenciado en historia?
Acuña: No, soy “historiador”.
Fiscal: a ver si nos puede demostrar… usted hablaba de la inflación galopante, ¿sabe cómo se celebraba un contrato de alquiler?
Acuña: Creo que no celebré ningún contrato de alquiler en esa época señor, pero supongo que habían claves, ajustes…
Fiscal: ¿Por qué nadie conserva un legajo?
¿Por qué nadie se atreve a contar cómo sucedieron las cosas bien ó mal?
Y ese silencio nos hace tener que investigar.
Acuña: Yo me pregunto exactamente lo mismo que usted.
Sinceramente no le puedo contestar.
Pero hay situaciones sociales diversas, diferencias profundas y tristes que evidencian que habrá todavía más divisiones… le doy un ejemplo: una de las personas que entregó más gente de las bandas montoneras se llama “Horacio Verbitsky”, y él hoy es asesor de la Presidente, dice con tono calmado… debería preguntársele a Verbitsky donde están las 62 personas que él entregó agrega Carlos Manuel Acuña ante la sorpresa de muchos… habría que preguntarle qué hizo con el dinero de la Fuerza Aérea agrega y dice además que no entiende como critica a las FFAA si recibió dinero del gobierno de Juan Carlos Onganía cuyos recibos él (Acuña) publicó…
Fiscal: estoy de acuerdo con usted pero me gustaría preguntarle a Menéndez y a Albornoz (general y ex comisario, únicos imputados en esta causa)
Interrumpe el Dr. Casas y le dice al Fiscal que tenga cuidado en que cosas está de acuerdo, en tono de broma y hay otra vez sonrisas,
Fiscal: Me gustaría preguntarles a Menéndez y a Albornoz porque asesinaron a cinco personas en vez de haberlas detenido con vida
Acuña: ¿Por qué no los llama y les pregunta señor fiscal? Pero también debería determinar si han sido asesinados o si han muerto en combate, agrega Acuña como quien va tomando fuerzas
Gabriel Casas da por terminado el debate y le dice al testigo Carlos Manuel Acuña que está desocupado.
Para sorpresa de todos, el juez Pérez Villalobo, que suele hacer preguntas a los testigos, esta vez no abrió la boca.
La jornada había terminado.
Durante casi dos horas habló Carlos Manuel Acuña quien aun cuando pudo haber molestado a muchos, y de hecho lo hizo porque así lo reflejó buena parte de la prensa local, fue escuchado en silencio y sin agravios de ningún tipo, señal que los tucumanos estamos madurando y aprendiendo a respetar aun cuando pensemos diferente.
Otra vez apoyado en su bastón, salió caminando tranquilamente del edificio del Tribunal Oral Federal en la capital tucumana.
Eran poco más de las cuatro de la tarde y la siesta se sentía en el micro centro comarcano.
Se detuvo a hablar con familiares y amigos del General Menéndez, saludó correctamente a los abogados y pidió que le compraran “La Nación”, pero lamentablemente justo ayer, el matutino porteño no había llegado a la provincia del azúcar.
A la noche se embarcó rumbo a Buenos Aires con la sensación de “haber cumplido con su deber” según manifestó antes de partir.
Luz García Hamilton
Periodista
Lic. En Comunicación Social
Este relato ha sido tomado a la vieja usanza, es decir, escribiendo de puño y letra las declaraciones del testigo como las preguntas e intervenciones de abogados y fiscal.
Por ése motivo si hubiere algún error, les pido mil disculpas asegurando que he tratado de volcar fielmente lo que se dijo en la sala de audiencia.
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