jueves, 25 de febrero de 2010

LAS DIEZ PREGUNTAS QUE LE HARIA A UN EX TERRORISTA

LA IRRACIONALIDAD QUE NO SE JUZGA

Hoy, a más de tres décadas de aquella triste, dolorosa y sangrienta etapa que vivimos los argentinos, vemos que finalmente la Justicia, a medida que los ha ido juzgando, logró que los genocidas del proceso estén ahora donde siempre debieron estar, tras las rejas.

Pero paralelamente a esto, se suscita un hecho curioso, por lo menos para quien suscribe, y es que no ocurre lo mismo con los integrantes de las "organizaciones armadas", como Montoneros, ERP, FAR y otras.

Otro hecho tan curioso como el anterior es que a los ex terroristas no sólo no se los juzga y mucho menos encarcela por tantos crímenes cometidos, sino que, además, se los indemnizó y se los premió con puestos en el gobierno, algunos como el Canciller Jorge Taiana o la Ministro de Defensa Nilda Garré, y otros que se presentaron a elecciones y consiguieron bancas en el Congreso Nacional, como Miguel Bonasso, Dante Gullo, o Carlos Kunkel; sólo por citar algunos de los casos más emblemáticos.

Me gustaría, en lo personal, algún día, poder hacerle algunas preguntas a estos personajes que también fueron parte fundamental de esta terrible historia que, evidentemente, no ha cicatrizado en los argentinos, pero, ¿qué le preguntaría hoy a un ex terrorista? Veamos:

1- Teniendo en cuenta que en el período donde más atentados y muertes produjeron los terroristas fue entre los años 1973 - 1976, donde teníamos un gobierno popular y democrático surgido de elecciones libres.

¿Qué combatían? O, si usted prefiere.

¿A quiénes combatían durante 1973 y 1976?

2- Cuándo asesinaron a José Ignacio Rucci.

¿A quién estaban combatiendo?

¿Al peronismo, al sindicalismo, a la democracia o simplemente a Rucci?

3- Cuando cometían un atentado y morían civiles o conscriptos.

¿A quienes se suponía que combatían?

¿A los militares, a la sociedad en general, al sistema o era simplemente el método para imponer sus ideas?

4- ¿Qué tendrían que haber hecho las fuerzas de seguridad (Ejército, Gendarmería, Policía, etc.) en los años 1973 al 76?

¿Permitir que se realicen atentados involucrando a gente inocente y tal vez quedarse de brazos cruzados?

5- Si los "revolucionarios" hubiesen resultado vencedores en su "lucha armada".

¿No hubiesen tomado el poder por la fuerza al igual que los militares?

6- Si los "revolucionarios" hubiesen resultado vencedores en su "lucha armada".

¿No hubiese sido también un gobierno de facto como el de los militares?

7- Si los "revolucionarios" hubiesen resultado vencedores en su "lucha armada".

¿No hubiese sido también una dictadura, como el de los militares?

8- Si los "revolucionarios" hubiesen resultado vencedores en su "lucha armada".

¿Qué hubiesen hecho con los militares?

9- Si los "revolucionarios" hubiesen resultado vencedores en su "lucha armada".

¿No tendríamos otro tipo de desaparecidos?

10- ¿Los terroristas no secuestraban, no mataban, no torturaban, incluso a personas inocentes?

Por supuesto que hoy, algún ex terrorista, justificaría de cualquier forma todo lo que hizo, y diría que esos no son delitos de "lesa humanidad", que prescribieron y que por el contrario el terrorismo de Estado no prescribe y sí es de "lesa humanidad", o vaya uno a saber qué respuesta podría salir de la cabeza de alguien capaz de cometer el acto más cobarde y traicionero que pueda realizar un ser humano, el de poner una bomba.

Sinceramente, en lo personal, me gustaría mucho hacerle sólo estas diez preguntas a un ex terrorista, sólo estas diez.

¿Para qué más?

Pablo Docimo

martes, 23 de febrero de 2010

TRAICION A LA PATRIA

Este año se cumplirá el bicentenario, es decir, doscientos años de la revolución de mayo.

La residente de Olivos en distintas oportunidades ha insistido con que hemos tenido doscientos años de fracasos y que se ha iniciado la recuperación y el progreso a partir del comienzo del kirchnerismo.

Por un lado, varias veces y a partir desde hace un tiempo, propuso formar una especie de comisión para recordar y rendir un homenaje al bicentenario.

En esto, como en tantas otras cosas, demuestra una incoherencia pues en esos doscientos años que ella denosta se produjeron la Reconquista, la revolución de mayo y la declaración de la independencia.

Aparte de esto, sería totalmente agraviante para la Patria que la subversión apátrida que está usurpando el poder rinda un homenaje a la Patria en sus albores.

De todas maneras, hace rato que esta señora ha abandonado la idea de rendir un homenaje a la Patria en su bicentenario, ahora solamente se acuerda de él para arrebatarle las reservas al Banco Central y usarlas en su propio beneficio.

En estos últimos siete años se ha dedicado casi en forma exclusiva a atacar a las Fuerzas Armadas y a la Iglesia Católica.

Las Fuerzas Armadas, en su componente Ejército, nacieron con la Patria y constituyen un sostén material y espiritual de la misma.

Forma parte de la columna vertebral de la misma.

El kirchnerato, desde sus inicios, viene realizando un ataque artero contra las mismas.

En realidad ha continuado el ataque que fue iniciado por el defensor de Santucho al comienzo de la llamada democracia, pero por distintas circunstancias se había atenuado.

El kirchnerato lo ha reiniciado en forma contundente.

Agrede a las Fuerzas Armadas moral material y espiritualmente.

Desde el punto de vista moral, la agrede con la persecución sistemática a aquellos militares que salvaron a la Patria en la oportunidad en que la misma fue invadida por la subversión apátrida.

Se ha instalado el enemigo en el poder con la aprobación de la llamada oposición y de los altos mandos militares, con lo que se agrede moralmente a la institución Fuerzas Armadas.

El nombramiento, entre otros, de la comandante Teresa como ministra de Defensa es una agresión frontal a las Fuerzas Armadas, pero los altos mandos, en su cobardía y traición, no tienen respuesta alguna.

También, entre otros, es una agresión frontal haber designado nada menos que a Eduardo Luis Duhalde, uno de los mayores enemigos de las Fuerzas Armadas y de la Patria, como Secretario de Derechos Humanos.

Estos dos nombramientos aparte de ser una agresión son una burla siniestra.
Materialmente, las Fuerzas Armadas, están prácticamente desarmadas y, por lo tanto, la Patria está desguarnecida.

Peligra su seguridad en cuanto a un ataque externo y también debido a la entrada permanente de drogas por la parte norte del país y por la depredación de la riqueza pesquera en la inmensa costa atlántica.

No hay aviones para proteger el norte ni barcos para proteger la costa.

No sólo no se abastece de armamentos a las Fuerzas Armadas sino que además se disminuye el presupuesto destinado a las mismas.

Mientras que nuestros vecinos incrementan su potencial bélico nosotros, gracias al kirchnerato apátrida, lo disminuimos en forma alarmante.

Aparte de todo esto se ha establecido que pueden entrar homosexuales a las Fuerzas y se ha derogado el Código de Honor Sanmartiniano.

Ya lo anunció el judío Timerman, actual embajador del kirchnerato en los Estados Unidos, hace varios años en un programa de Mariano Grondona: hay que disolver las Fuerzas Armadas.

Espiritualmente también son agredidas las Fuerzas Armadas.

Las Fuerzas Armadas desde su nacimiento están consustanciadas con la Iglesia Católica, la que dio a aquéllas la fuerza espiritual que las alimentó a lo largo de todas sus empresas.

El vicariato castrense cumplía con esa función hasta que el kirchnerato echó a Monseñor Basseoto.

Hay un proyecto en estudio para reformar el obispado castrense y darle apertura para que entren otras religiones.

Esto significa un debilitamiento espiritual de las Fuerzas Armadas ya que no va a haber un denominador espiritual católico, como lo fue toda la vida, en las mismas lo que representa el desalojo de la Iglesia Católica como directora de aquéllas.

Aparte, hay un ataque y persecución a la Iglesia Católica.

La expulsión de Monseñor Basseoto del vicariato castrense fue un hecho trascendental.

Como todos recordamos, Monseñor Basseoto fue expulsado del vicariato castrense por haber mencionado una cita evangélica a raíz de declaraciones abortistas pronunciadas por el cobarde ex ministro de salud, Ginés González García, partidario del asesinato masivo de niños por nacer.

Usando jueces corruptos y testigos falsos mandaron a la cárcel de por vida al Padre Christian von Wernich acusándolo de supuestos delitos gravísimos.

Eligieron un juez judío para "juzgar" a un sacerdote católico.

Agravian a la Iglesia Católica agrediendo a sus sacerdotes.

Hay un hecho relativamente reciente que es la prohibición, en el Hospital Militar de Campo de Mayo, que es la prohibición en el mismo de la presencia de imágenes de Cristo y la Virgen, Esto, por supuesto, es debido a una orden de la comandante Teresa con la complacencia de la chiruza de Olivos y el silencio cómplice de los altos jefes militares.

Lamentablemente, frente a este ataque permanente a nuestra Iglesia los altos prelados locales mantienen un cobarde silencio.

La persecución a la Iglesia Católica viene de antes, no olvidemos la eliminación de la enseñanza religiosa en las escuelas de la provincia de Catamarca y la supresión de la Cruz de Cristo en la bandera de la provincia de Tucumán, todo esto presionado por la D. A. I. A y la cómplice aceptación de nuestros gobernantes.

También recordemos la orden por parte de la Corte, en el año 2004, del retiro de la Virgen de la entrada a los Tribunales de la Nación.

Repetimos que las Fuerzas Armadas y la Iglesia Católica constituyen la columna vertebral de la Patria.

Atacarlas es pretender introducir en nuestro ámbito una ideología perversa.

Este accionar es obra del matrimonio y de sus socios subversivos.

Es traición a la Patria, merece el máximo de pena y el desalojo de los
culpables.

Guillermo Díaz Agu

lunes, 22 de febrero de 2010

MIENTEN, MIENTEN Y SIGUEN MINTIENDO

19/02/2010 - Revista Veintitrés - Nota - Información General - Pag. 22 a 26

Publicado en la Sintesis de Prensa de la Ayudantía del Ejercito .


Extracto este solo artículo, cuyo origen es Pagina 23

Es indudable que no conocen, mienten, resultan burdamente falaces y advenedizos, no conocen la milicia e inventan a gusto y piacere.

Recuerdo que cuando Francia detonó su última bomba nuclear en el Atolón de Mururoa en el Pacífico Norte el barco de Green Peace se dirigió hacia el lugar de la explosión con la intención de evitarla y cuando atracó en el último puerto que si no recuerdo mal fué en Filipinas, unos buzos colocaron pequeños artefactos explosivos que afectaron el timón y la hélice sin hundirlo e impidiendo su desplazamiento.

Luego de una investigación y denuncias de por medio, el gobierno francés aceptando la participación del Servicio Secreto, tiempo después; la medida que tomó el Primer Ministro fué cambiar al Jefe del Servicio Secreto que nunca reveló quien era.

Para los progresistas que saltan de contentos con esta burda maniobra, no se dan cuenta o lo hacen a propósito, que durante décadas no habrá seguridad para un agente de inteligencia con esta publicación.

Sin lograr por ello ni mas ni menos que si en lugar de publicar la lista la hubiesen entregado parcialmente a los jueces según su necesidad de saber o sea de su jurisdicción y no se afeectaba ningún derecho.

Con esta difusión y publicación se entregó a agentes que debieron permancer con su cobertura y secreto, ya que en muchos casos cumplieron funciones de servicio secreto en el exetrior o dejando al descubierto la ubicación de las plantas de escucha, o las personas que manejaron claves, etc. etc.

Pero claro, ellos están contentos y lo mejor es que los periodistas elucubran cualquier cosa, que luego los jueces tomarán como un regla y se regirán por la versión del periodista improvisado para dictar sus sentencias, pues tampoco los jueces saben ni entiende de milicia pues no es su fuero, desconocen el tema del que se trata.

En esta situación costará un poco mas la reconstucción, pero llegará y aquellos jueces que cometen violaciones a los DDHH con los militares, policías etc. cometen un delito tan imprescriptible como los que ellos hoy juzgan pues se valen del poder del estado para hacerlo y lo hacen a sabiendas.

Llegará el día en que sean sentados a un tribunal, aunque sean jubiladitos y ancianos.

Batallón 601: el cerebro del terrorismo de Estado

Los secretos revelados

La lista con los nombres de los integrantes del organismo de inteligencia es un documento histórico.


Cómo funcionó el núcleo duro del aparato represivo.

Por Adrián Murano y Franco Mizrahi

Producción: Luz Laici, Alejo Benevet, Deborah Maniowicz, Lucas Cremades, Tomás Eliaschev y Andrés Carpintero

La mayoría tiene más de 50 años.


Llevan una vida corriente como pintores, abogados, comerciantes, porteros, profesionales, empleados, oficinistas, fotógrafos, docentes.

Padres y madres de familia, abuelos, amigos, vecinos.

Argentinos anónimos sin más lazos aparentes entre sí que la pasión por el asado, la ensalada mixta o los ravioles con tuco.

Pero guardan un secreto común: hace tres décadas reportaban al temible Batallón 601, el cerebro que condujo la cacería criminal más atroz de la Argentina reciente.

Hubo que esperar 27 años para que se revelara uno de los secretos mejor guardados del país: quiénes integraron el máximo organismo de inteligencia del Ejército durante el terrorismo de Estado.


Hubo que esperar casi tres décadas de democracia para que la memoria de los argentinos accediera a los 4.300 nombres que integraban la plantilla de personal, los rangos y las actividades de los agentes que aportaron información, apoyo logístico y mano de obra a la represión.

Veintitrés accedió en exclusiva a ese documento histórico y lo difunde completo en un dossier especial, con la esperanza de aportar una porción de verdad en la trabajosa lucha contra el olvido.

El listado, que lleva la firma del actual jefe de Inteligencia del Ejército, César Milani, fue entregado al juez Ariel Lijo por Ramón Torres Molina, titular del Archivo de la Memoria.


La nómina incluye los nombres de 1.599 personas que se desempeñaron como agentes civiles de inteligencia en el Batallón 601 y 2.353 que cumplieron tareas en distintos destacamentos y secciones en diferentes lugares del país.

El documento se complementa con una lista de 345 militares del 601.

Las investigaciones que permitieron la identificación del total del personal que desarrolló tareas en ese lugar fueron efectuadas por la Unidad de Investigación del Terrorismo de Estado, dependiente de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, y constituyó el primer aporte significativo del Archivo a partir del decreto del Poder Ejecutivo que ordenó la desclasificación de la información vinculada con el accionar de las Fuerzas Armadas entre 1976 y 1983.

La inclusión en esta lista no implica que los mencionados estén siendo investigados por la justicia y mucho menos acusados de haber cometido crímenes de lesa humanidad.

El juez Lijo analiza el contenido de este documento rastreando testigos e indicios que le permitan avanzar en su investigación sobre el accionar del 601.

En el marco de ese expediente, en 2007 Lijo condenó al ex jefe el Ejército, general retirado Cristino Nicolaides, a 25 años de cárcel por conformar una asociación ilícita responsable de los secuestros, las torturas y las desapariciones de un grupo de militantes montoneros detenidos ilegalmente al regresar al país en el marco de la denominada "contraofensiva".

En ese proceso también fueron condenados a 25 años de cárcel el ex jefe de la Central de Reunión de información del Batallón 601 y del grupo de tareas 2, Jorge Luis Arias Duval, y el agente de inteligencia Santiago Manuel Hoya.

El fallo condenó además a los integrantes de la conducción del Batallón 601 Juan Carlos Gualco y Waldo Carmen Roldán, Julio Simón "el Turco" Julián, Carlos Fontana y Pascual Omar Guerrieri.

En aquella condena, la primera que se concretó tras la anulación de las leyes de obediencia Debida y Punto Final, los acusados fueron hallados culpables de los delitos de privación ilegal de la libertad, apremios ilegales y reducción a la servidumbre.

En su sentencia, el juez Lijo consideró que el Batallón 601 fue un engranaje de relevancia para el accionar de la dictadura y la concreción de crímenes de lesa humanidad.

Con la difusión de este listado, se confirma otra sospecha: que la concreción de aquellos hechos contó con el aporte de Personal Civil de Inteligencia (PCI) reclutado para infiltrarse en sindicatos, universidades, organizaciones políticas y sociales con el fin de recabar información.

En la jerga del espionaje castrense, a esos informantes se los denominaba Agentes de Reunión y Agentes de Producción.

En el organismo revistaban unas 800 personas con esa especialidad.

Luego estaban los Analistas -o Agentes de Apoyo y Procesamiento encargados de clasificar los informes.

Eran 475, repartidos en distintas especialidades: agentes, asesores generales, asesores informáticos y asesores universitarios.

Estos últimos eran, en su mayoría, docentes que monitoreaban los contenidos académicos para detectar presuntos mensajes subversivos camuflados en bibliografías sugeridas y planes de estudio.

Eran consultados, además, sobre las distintas actividades estudiantiles que se desarrollaban en sus universidades.

Los que podían ser utilizados en los operativos recibían la clasificación de Agentes de Seguridad.

Era el grupo más nutrido de la nómina: 930.

La mayoría de ellos revistaba en las categorías C1, C2 y C3.

Estas categorías, como la A y la B, definían funciones, jerarquías y salarios.

El Batallón de Inteligencia 601 coordinó el funcionamiento de todos los destacamentos de inteligencia y centros clandestinos del Ejército a lo largo del país.

En la sede radicada en Viamonte y Callao, cada civil tenía asignada una función específica. La nómina aportada por el Archivo incluye a mozos (30), ordenanzas (4), mecánicos (2), dibujantes (13), fotógrafos (28), radioescuchas (218), contadores (72) y operadores de sistemas (150).

También a espías y torturadores.

La mayoría de los nombres incluidos en el listado son reales, pero a los PCI que reunían información a través de infiltraciones o presenciando sesiones de tortura se les permitía inscribirse con nombres de cobertura.

Eso sí, respetando la máxima de la Inteligencia mundial: las iniciales de cada sustantivo debían ser reales.

El Batallón reclutaba a los informantes civiles entre los familiares del personal militar o avalados por otros agentes.

Y varios de ellos incluso siguieron formando parte de la estructura de inteligencia del Ejército aún en democracia.

Entre los PCI del 601 acusados de cometer diversos crímenes durante la dictadura figuran: 1 Raúl Guglielminetti, alias "Mayor Guastavíno", fue un antiguo miembro de la Triple A. Aparece en la lista con la letra C, con tiempo de revista entre 1976 y 1977.

Perteneció al Grupo de Tareas que tenía su base en el centro clandestino de detención Automotores Orletti.

Se había fugado de la Justicia en la década del '90 pero el 9 de agosto de 2006 fue detenido para ser procesado por delitos de lesa humanidad.

Ahora afronta un juicio oral en su contra.

La condena se espera para marzo.

Claudio Scagliusi, que figura en la nómina de PCI también con el grado C, estuvo involucrado en la "Operación Murciélago" -la captura de los montoneros que entraban y salían del país en la fallida "contraofensiva"-.

Scagliusi, hijo de un general de intendencia, fue apresado en España por orden del juez Bonadío, quien solicitó su extradición para juzgarlo.

Su caso tiene una particularidad: una de las sobrevivientes de la "contraofensiva", Silvia Noemí Tolchinsky, que era asistente de la conducción nacional montonera, estuvo secuestrada a menos de cincuenta metros de Campo de Mayo, y habría logrado sobrevivir gracias a este agente, con quien luego entabló una relación de pareja.

Tolchinsky tiene desaparecido a su primer compañero, a su hermano y a otros dos familiares. 1 Santiago Hoya, PCI categoría C involucrado en la "Operación Murciélago". Murió en 2007.

Fue condenado por el juez federal Ariel Lijo.

Estuvo desde el inicio hasta el final de la dictadura cumpliendo tareas en el Batallón y formó parte del contingente de agentes enviados a Centroamérica para entrenar a la contra nicaragüense y a los comandos de la muerte de Honduras. Julio Cirino estuvo en el Grupo de Tareas 7.

En el listado del Batallón 601 figura con la letra A, como "Analista", desde 1978.

"Desde el Batallón 601, Cirino fue el enlace con la Embajada de Estados Unidos durante la dicta dura utilizando el alias de Jorge Contreras, actuando como uno de los jefes secretos del terrorismo de Estado", aseguró el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde.

Ex miembro de la Fundación PensAR vinculada al Pro, Cirino cayó en desgracia cuando se conocieron documentos del Departamento de Estado donde lo mencionaban como informante.

Aún más: en uno de ellos los diplomáticos mencionan que Cirino se había ufanado ante ellos de haber estado en tres "centros de detención e interrogación" para luego advertir que los desaparecidos "no van a aparecer".

Terminó enredado en su propia trampa y el juez Lijo ordenó su detención. Jorge Oscar Baca, PCI cuyo nombre de cobertura era Juan Omar Boyé, fue secretario de Arias Duval.

Figura con la letra C en el listado oficial y también estuvo durante los años que duró el golpe en las filas en la estructura de inteligencia del Ejército. 1 Roberto "El Oso" Fossa.

Integró la banda de policías y militares que secuestraron y asesinaron al empresario Osvaldo Sivak, entre otros.

Hasta el '82 tuvo el grado C en la lista del PCI.

Ricardo Taddei, también catalogado con la letra C, prestó servicios en el '82. Está acusado por unos 200 casos de secuestros y torturas cometidos durante la última dictadura.

Lo detuvieron en 2006 en España, fue extraditado a la Argentina por pedido del juez federal Daniel Rafecas y, tras negarse a declarar, quedó preso en una cárcel bonaerense.

Carlos Ernesto Peters, otro PCI categoría C, vivió y murió a sangre y fuego. Peters fue el primer torturador asesinado por su mujer, cansada de sufrir maltratos y aberraciones constantes.

Su caso paradigmático está descrito en detalle en el libro Crímenes en familia.

Con estos hombres entre sus filas, la eficacia represiva del Batallón 601 era el orgullo del Ejército.

El condenado a prisión perpetua Santiago Riveros, ex comandante de Institutos Militares de Campo de Mayo, no ocultó su admiración durante el nuevo proceso que se sigue en su contra:

"Eran los especialistas en interrogatorios, los únicos que sabían hacerlo. Operaban en todo el país, con vesti mentas de civil.

Gracias a ellos se ganó la guerra", destacó en su declaración indagatoria.

En buena medida, el artífice de la triste reputación del 601 fue el fallecido Guillermo Suárez Mason, jefe de la estructura militar de Inteligencia del Ejército.

Bajo el ingenuo alias de "Pajarito", el más poderoso de los jefes operativos del arma durante la dictadura fue comandante del Cuerpo I de Ejército y amigo del almirante y jefe de la ESMA, Eduardo Massera, con quien compartía membresía en la logia internacional Propaganda Due.

Desde sus reparticiones, ambos planearon y ejecutaron el genocidio local, implementaron la caza de extranjeros a través del Plan Cóndor y exportaron el know how a Centroamérica.

Suárez Mason y Massera fueron condenados por decenas de crímenes, entre ellos, el secuestro de menores.

En la década del '90, por decisión del ex jefe de Estado Mayor Martín Balza, el Batallón pasó a llamarse Centro de Reunión de In formación (CRI).

Pero su actividad siguió vinculada al golpismo incluso en democracia.

En diciembre de 1990, de su sede de Viamonte y Callao, se sospecha, salieron las armas que se utilizaron en el último motín carapintada, comandado por Mohamed All Seineldín.

El titular del Archivo Nacional de la Memoria, Ramón Torres Molina, admitió que esta estructura creada a principios de los años '70 se mantuvo al menos hasta 2000, cuando el Ejército despidió a unos 500 agentes civiles de inteligencia y disolvió el Batallón 601.

A pesar de esos antecedentes, aún no existe una causa judicial que investigue todo el accionar delictivo del Batallón 601. El juez Lijo investigó sólo los ,,h i,, CarlosTepedino, Eugenio Gulñabens Perelló, Reynaldo Bignone y Santiago Riveros (de pie).

El juez Anal Ujo, quien luego de condenar a la cúpula del 601 decidió profundizar la Investigación secuestros, las torturas y las desapariciones de los montoneros julio César Genoud, Verónica María Cabilla, Ángel Carbajal, Lía Mariana Ercilia Guangiroli, Ricardo Marcos Zucker -hijo del actor cómico Marcos Zucker- y Tolchinsky.

Los cinco prime ros continúan desaparecidos.

La difusión del listado con los nombres de los hom bres y mujeres que inte graron el mayor centro de inteligencia del Estado represor es, a la vez, una reivindicación histórica y un paso hacia el futuro.

Como lo probaron los juicios contra los criminales y colaboradores nazis, ninguna sociedad puede cimentar su porvenir sin afincar su pasado.

El próximo paso de la democracia deberá ser desclasificar los nombres de los agentes civiles de inteligencia de la Armada y de la Fuerza Aérea.

Será entonces cuando se termine de derribar el último muro que separa a la memoria del olvido.

Opinión



sábado, 20 de febrero de 2010

LA VENGANZA MONTONERA

Esto ya se ha convertido en un espectáculo circense, donde se ventila mucha mentira, se tergiversan acontecimientos históricos, y se procura una revancha política.
Sin embargo, hay que decir que los dichos de Bussi, dan por tierra todo ese invento pergeñado por la izquierda que relata una historia muy distinta a la verdaderamente acontecida.
Argentina y Tucumán vivieron una guerra, y, en ese contexto personalmente no descarto que haya habido víctimas inocentes, de hecho, la familia Viola lo fue.
Fue una guerra, tal como lo manifestó el propio General Perón en ejercicio de la Presidencia de la Nación.
Y, los que pretenden disimular tal extremo, lo hacen por intereses políticos inconfesables, para que los argentinos no hablemos del aumento de la carne, la pobreza, y la inseguridad .
Una Argentina, donde la justicia, en lugar de esclarecer los acontecimientos actuales, se pone a revisar lo sucedido hace casi 40 años, definitivamente no es la Argentina que la mayoría pretendemos.
Todo Argentino medianamente informado, conoce el pasado montonero del matrimonio Kirchner, y, desde Casa Rosada, se amenaza a los jueces para que dicten sentencias condenatorias bajo apercibimiento de ser removidos por la mayoría automática del CAM.

Ricardo Bussi

viernes, 19 de febrero de 2010

QUIEREN DERRIBAR UN MONUMENTO

Otro hecho que podría avergonzar al Ejército Argentino
Tal como sucediera en el 28 aniversario del inicio del último gobierno militar, cuando el entonces presidente de la Nación Néstor Kirchner hiciera retirar los retratos de dos ex directores del Colegio Militar de la Nación, hay una propuesta para quitar un monumento histórico ubicado en los cuarteles en Salta.
De concretarse, sería una muestra más de revanchismo sin sentido.

En el 2004, el entonces presidente Néstor Kirchner encabezó un acto en el que se descolgaron las fotos enmarcadas de los ex presidentes de facto Jorge Rafael Videla y Reynaldo Bignone, quienes a su vez habían sido directores del Colegio Militar de la Nación.
Este hecho no cayó bien en las filas, sobre todo porque fue el propio jefe del Ejército quien retiró esos cuadros.
Por otra parte, se conoció por estos días una propuesta por la cual se impulsa retirar el monumento al Combate de Manchalá, que está frente a la Compañía de Ingenieros de Montaña 5 de nuestra provincia.
Esta obra rememora el combate ocurrido en mayo de 1975, donde efectivos de esa unidad que por entonces tenía asiento en Tucumán, reparaban una escuela pública y repelieron el ataque de una columna del Ejército Revolucionario del Pueblo.
Esa victoria de las Fuerzas Armadas fue uno de los hechos bélicos de mayor trascendencia para el Ejército contra las fuerzas subversivas.
Consultado por FM Profesional, el comandante del IIIer Cuerpo de Ejército, General Carlos Artuzo, confirmó el pedido de dos particulares solicitando que se quite el monumento del Combate de Manchalá pero aseguró que desconoce los motivos y los nombres de los solicitantes.
Desde un sitio de Internet se pretende buscar adhesiones a esta propuesta, donde se explica “que hay muchas interpretaciones sobre el Combate de Manchalá, pero ninguna de ellas justifica que exista un monumento en el que se reinvindique el accionar de las FFAA dentro del llamado "Operativo Independencia".
Lo cierto es que de concretarse esta desafortunada propuesta provocaría una enorme herida a quienes forman o formaron parte de la Compañía de Ingenieros que lleva ese nombre, como así también en el resto de las Fuerzas.
Ese montón de piedras es mucho más que un monumento, es un símbolo del coraje de unos pocos soldados argentinos que cumplieron su deber y repelieron el ataque de una enorme cantidad de rebeldes del ERP.

Sobre el combate de ManchaláLa subversión había planeado para el 29 de mayo de 1975 un ataque al Puesto de Comando Táctico de Famaillá, que era el comando de las operaciones contra la subversión en el frente rural.
Se había hecho una maqueta exacta, donde figuraba el Puesto de Comunicaciones, las habitaciones y baños de los jefes, el Lugar de Reunión Detenidos, es decir todo lo importante.
Los subversivos contaban, según declaraciones posteriores del Capitán Armando, 117 hombres uniformados y 50 hombres de civil para las operaciones de apoyo.

Estos habrían de encontrar a unos 30 o 35 hombres para la defensa del Comando, puesto que las 2 secciones de comunicaciones estaban a lo largo de la ruta 301 y la Sección de Ingenieros 5 en tareas de acción cívica.
Se había fijado el ataque para el día 28 de mayo casi al obscurecer, de manera tal que coincidiese con la fecha en que se celebra el día del Ejército.

Sin embargo, ese día, dos grupos de la Sección Ingenieros 5 habían aparcado material en la Escuela de Manchalá para completar el plan de acción cívica.
Esta casualidad y el coraje individual de todos obraron una victoria increíble sobre la Compañía Ramón Rosa Gimenez que estaba apoyada por contingentes del ERP que concurrían desde Córdoba.
Los 117 subversivos se habían atrincherado en Finca Sorteis, a 18 Kms. de Famaillá, apresando a los dueños y a los peones.
Comieron, descansaron y hasta filmaron una película que luego de su triunfo distribuirían por el mundo.
De todos modos, las fuerzas legales contaban con información secreta sobre un plan del ERP, aunque no sabíamos dónde ni cómo se desarrollaría.
Por eso, el Escuadrón de Gendarmería "Jesús María" llegó a la zona del Río Colorado y Santa Rosa de Leales donde esperábamos el ataque.
El Escuadrón cumplió su labor y llegó a Río Colorado, donde un jefe del Ejército, mayor él, asumió el mando y tuvo como tarea rastrear la zona en vista de que algunos pobladores habían visto movimientos sospechosos.
La información dada por un policía de la provincia el día 27, coincidió con el hecho de que en la plaza de Famaillá fueron apresados varios jóvenes con cuadernos donde tenían dibujos de Famaillá.
Ante tamañas "casualidades" ordené que el Escuadrón de Gendarmería batiera la zona de Río Colorado, Simoca, Santa Rosa de Leales y todavía más al norte, si bien el 28 a la mañana una de las patrullas de ese Escuadrón pasó cerca de Finca Sorteis, no advirtió que la finca estaba ocupada.
Eso dió pie a que el ERP levantara campamento y se pusiera en marcha para evitar un enfrentamiento prematuro que podría hacerle fracasar todo el plan.
La toma de Famaillá tenía varias fases: se fusilaría a todos los oficiales; se tomaría al comandante de la brigada para canjearlo; se licenciaría a los soldados previa toma del armamento; se liberaría a los detenidos, y se anunciaría al mundo la victoria.
Los subversivos avanzaron por la ruta de tierra 99, una ruta aledaña y casi abandonada.
Allí hubo de toparse con 12 soldados y dos suboficiales que pintaban la Escuela de Manchalá.
La columna de transporte y logística del oponente estaba compuesta por un vehículo Ford F-100 que iba como vehículo punta y distanciado del mismo marchaban tres vehículos con las siguientes características: Camión Mercedes Benz 608, color verde claro de 4 toneladas, chapa B 487697, Camioneta Rastrojero Diésel, color verde claro con chapa T 023450; Camión Mercedes Benz 1114, color bordó de 4 toneladas, chapa B 1120144.
En los vehículos había distribuido aproximadamente 117 delincuentes subversivos.
Cuando el vehículo punta pasa frente a la Escuela de MANCHALA y ve al personal militar armado, y, creyendo que eran sorprendidos por un control militar, abren el fuego sobre los mismos, reaccionando inmediatamente la propia tropa con fuego de FAL que llena de impactos a la camioneta punta.
Dicho tiroteo hace que se detenga la columna que marchaba detrás, procediendo una parte de los delincuentes subversivos a rodear la Escuela.
Al mismo tiempo, un camión de la brigada que de la Ruta nacional 38 se dirigía a la Escuela, transportando elementos logísticos, es atacado por el ERP desde el costado del camino.
Ante esta aparición, el oponente que viajaba en los vehículos de transporte de la columna, abanadona los mismos introduciéndose en los cañaverales, dejando variado material compuesto por armamentos, munición, equipos varios, documentación conteniendo un plan de ataque al Puesto de Comando Táctico y una maqueta del referido PCT.
La sorpresa fue grande, y el grupo guía, creyendo que el Ejército los había descubierto, contestó el fuego hiriendo a un soldado.
Como la munición se consumía y los 14 hombres estaban cercados en la Escuela; un suboficial rompió el cerco y corrió 17 kms. hasta Famaillá donde encontró al oficial Jefe de la Sección de Ingenieros. Inmediatamente me relató a mí lo sucedido con una pequeña dotación de tres camionetas de mi custodia y tres jefes del comando nos lancemos hacia la Escuela cuando empezaba a caer la noche.
Las luces de estos vehículos provocaron el desbande de los que cercaban a la Escuela.Media hora más tarde, un contingente de la Fuerza de Tarea Fronterita llegaba a Manchalá donde se le dió la orden de perseguir junto al Escuadrón de Gendarmería, a los guerrilleros.
Debido a la oscuridad de la noche no se pudo atrapar a nadie, pero el mito de la guerrilla se había desvanecido.
Abandonaron los camiones con todo el material disponible fugándose de la manera más vergonzosa (1).
De la documentación secuestrada que nos permitió conocer toda la estructura de la organización; de la Compañía de Monte, obtuvimos los nombres de 400 personas y direcciones que eran cobatientes que figuraban en la estructura celular de apoyo y que no habían sido tocadas.
Implicancias El costo en hombres y equipos que sufrió el ERP en el combate de Manchalá fue de tal dimensión que toda su capacidad quedó minada.
Pero sobre todo fue el revés psicológico sufrido por los marxistas el que puede considerarse, dentro del hecho mismo, el de mayor trascendencia para el Ejército.

sábado, 13 de febrero de 2010

DIOS LO QUISO - EL EJERCITO REVOLUCIONARIO DEL PUEBLO

Ningún proceso político, ni siquiera el más pobre en causas, nace por generación espontánea.
La presencia del ERP en Tucumán, pues, no fué el resultado de una simple decisión que tomara el secretariado del PRT -Partido Revolucionario de los Trabajadores-, del cual el ERP era brazo armado.
Se conjugaron, para que ello ocurriese así, innumerables causas, -internas y externas-, de índole social, económica y política, causas necesarias, libres, esenciales y accidentales que en definitiva le dieron al derrotero subversivo tucumano un énfasis, una dirección, una meta.
Hacia fines de 1965, principio de 1966, una superproducción de azúcar ponía al enclenque gobierno radical en trance de subsidiarla echando mano a 12 millones de dólares, de los cuales carecía y que hubo de emitir artificialmente.
Hizo crisis, de esta manera, un problema social que se venía insinuando desde tiempo atrás, pero al que nadie pudo encontrarle solución.
Sobre la ola que comenzaba a crecer, treparon sacerdotes tercermundistas y miembros de las distintas capillas de la izquierda vernácula.
En años anteriores, el norte argentino había sido elegido por el marxismo para desenvolver una estrategia de guerrilla rural epilogada en completo fracaso.
En ese año operaba en las montañas boscosas de Orán, Provincia de Salta, un contingente irregular, al estilo cubano, que dió en llamarse "Ejército Guerrillero Popular".
Su jefe, al cual le decían sus seguidores "Comandante Segundo" -el primero sería en Bolivia el "Che Guevara"- había decidido anticiparse a la aventura guevarista del altiplano, con resultados que la historia conoce.
Sin embargo, la guerrilla estaba aún en pañales.
Sólo a partir de 1966 la subversión comienza a desarrollar su estrategia de captación e infiltración coherente, cuyos efectos inmediatos se verían en el Cordobazo y cuyos efectos mediatos los padeceríamos a partir del 25 de Mayo de 1973.
Entre 1968 y 1969, la labor que desenvuelven los sacerdotes tucumanos, los padres Rubén Sanchez y Amado Dip -luego colaborador de la revista marxista "Militancia", que dirigía el Dr. Ortega Peña- en ingenios y barriadas es de particular importancia.
Apoyados por el Obispo Raúl Gomez Aragón, no sólo soliviantaban los ánimos, confesándose "socialistas", sino que amparan a cuanto extremista existe.
Fué en Septiembre del 68 que se descubre en el sur de la provincia, más precisamente en Taco Ralo, otro brote guerrillero.
De ideología marxista, aunque originario del peronismo, su conductor, Anuar el Kadre, se identificaba como perteneciente a las FAP -Fuerzas Armadas Peronistas-, grupo que respondía, entre otros, al dirigente Héctor Villalón.
Pasó el tiempo, y un 6 de septiembre de 1971, dos abogados, Raúl Fagalde y Julio César Rodríguez, siguiendo un minucioso plan elaborado por el arquitecto Luis Alberto Lea Place, solicitan permiso para hablar con varios detenidos alojados en el penal "General Urquiza" de San Miguel de Tucumán.
En el locutorio, mientras simulaban conversar con algunos de los subversivos, extraen diversas armas que proceden a repartir entre los reclusos, a la par que reducen al personal de vigilancia.
Tras una batalla campal que dura varios minutos, donde son muertos cinco guardias, catorce cabecillas del ERP fugan de prisión.
Sus nombres, a la sazón poco conocidos, darían luego que hablar a la República: Carlos Benjamín Santillán, José Manuel Carrizo, José Benito Urteaga, Ramón Rosa Gimenez, Humberto Pedregosa, Roberto Eduardo Coppo, Ramón Alberto Gomez, Roberto Simón Gargiulo, Hugo Choque Arroyo, Manuel Alberto Gonzalez, Juan Mangini, Luis Tirso Yañez, Manuel Negrín y Ramón Díaz.
Muchos de los arriba nombrados serían encarcelados, juzgados y sentenciados a cumplir diversas penas por la célebre Cámara Federal en lo Penal.
Pero el 25 de mayo, la turbamulta concentrada en Plaza de Mayo, con la anuencia de Cámpora y su entorno -Juan Manuel Abal Medina, Esteban Righi, Mario Cámpora y otros- marcharon hacia Villa Devoto donde procedieron a ejecutar la desincriminación masiva que tantas lágrimas y sangre nos costaría después.
Si en aquel momento se hubiesen cumplido a rajatabla los 5 puntos que el generalato en pleno; excepción hecha del hoy Gobernador de Buenos Aires, general de brigada Ibérico Saint Jean, firmó, quizás el curso de los acontecimientos hubiese sido distinto.
Pero las cosas sucedieron de acuerdo a los planes del enemigo, y nada pudo hacerse para evitar el lesivo atentado a la soberanía nacional y a la memoria de los camaradas caídos en que incurrieron los desincriminadores, o sea, gobernantes, legisladores y militares.

viernes, 12 de febrero de 2010

DIOS LO QUISO - REUNION EN EL MAS ALTO NIVEL

El 30 de diciembre del 74, en Metán (Pcia. Salta) llevóse a cabo una reunión de la que participaron representantes de todas las organizaciones subversivas del país.
La misma hubo de realizarse en la finca de Risso Patrón, previa concentración de los participantes -para el traslado hacia dicha finca- en la estación de servicio de Metán, que se encuentra sobre ruta nro. 9, se trataron los siguientes temas:
a) Operativo a realizarse en Tucumán mediante ocupación de algunas localidades (Famaillá, Lules y Acheral) con el objetivo de distraer las fuerzas de seguridad del Ejército y desguarnecer el R . I . 19, el Departamento Central de Policía y la Cárcel Penitenciaria.
b) Concretada la ocupación del Departamento Central y Cárcel, proceder a la liberación de los detenidos pertenencientes al ERP, FAR y Montoneros.
c) La fecha y señal de reconocimiento, como así los planos para el operativo serían indicados próximamente.
d) Asimismo, se dispuso que antes del 20 de enero del 75 debían ser "ajusticiados" el Jefe de la Br de Investigaciones y el Oficial Bulacio.
e) Por otra parte, se trataría de ubicar a un "TTe Cnel" alto y delgado, que fuera visto en los procedimientos antisubversivos.
f) Se hizo escuchar un saludo del Ex-Presidente Cámpora "instando a proseguir la lucha armada"(?) este discurso fue traído desde México.

El 4 de enero del 75, un grupo calculado en aproximadamente 30 personas, incursionó en la localidad de León Rouges, (próximo al ingenio Santa Rosa, a 60 Kms. al sud de la (...) dedicánsose a vender lietratura de índole extremista a los pobladores del lugar.
Al intervenir la Policía, si bien confirmó la existencia del operativo, no fue dable obtener el material subversivo por cuanto este había sido destruído por los adquirentes.
Posteriores averiguaciones permitieron determinar que el grupo incursionaba desde el lugar denominado "YACUCHINA", en donde se encontraban instalados, presuntamente en la finca denominada "HERNANDEZ", en las cercanías del Dique "Pueblo Viejo".
Desde allí se trasladaban en vehículos hasta las márgenes del Río Pueblo Viejo, el que por su escaso caudal puede ser vadeado y llegar a Ibatin, transitado de oeste a este hasta topar con León Rouges.
A los efectos de verificar lo procedentemente consignado, el titular de la comisaría de León Rouges, con colaboración de un vecino que facilitó su automóvil, se constituyó en las inmediaciones del Río Las Vacas a la altura de Finca "LACHULCA" y en circunstancias que marchaban en el vehículo a escasa velocidad, por lo accidentado del terreno, en forma imprevista les fue interceptado el paso por tres individuos jóvenes, de regular estatura, que vestían uniforme de fagina, color verde, usaban barba y cabello largo, armados con ametralladoras.
Se aproximaron por el costado del vehículo y los interrogaron sobre los motivos de la presencia en el lugar.
Al responderles que se debía a la práctica de la pesca, uno de ellos, con tonada "rosarina", les ordenó no continuar más adelante por cuanto el lugar estaba ocupado por los "Montoneros".
Finalmente, una semana más tarde el ERP tomó Potrero de las tablas, incendió la subcomisaría allí existente, procedió a asesinar a Eliseo Pascual Cardozo, que había servido de baqueano en operativos del Ejército y antes de retirarse arengó a la población instándola a plegarse al movimiento.

jueves, 11 de febrero de 2010

DIOS LO QUISO - PARTE I

El Ejército del Norte
Ya expliqué las razones que me llevaron a tomar contacto con los distintos sectores comunitarios.
Pero el que la operación política subsumiese a la militar no suponía descuidar a esta última.
Al fin y al cabo yo era soldado y si bien comprendí que lo castrense de nada servía de no contar con la población, tampoco la sola civilidad, por muy unida que estuviese -y no lo estaba- podría detener al ERP.
Comencé eliminando francos, licencias, costumbres de paz, fiestas, vacaciones, es decir, todo aquello que conspirase contra el espíritu de combate que era mi intención insuflarle a los jefes, oficiales, suboficiales y soldados de la brigada.
Las órdenes estrictas que impartí, salvo para operar, unidas a la obligación de llevar puesto el uniforme en todo momento comenzaron a rendir pronto sus frutos.
Eran, si se quiere, medidas formales, pero cuando las formas son auténtica representación del fondo, cuando surgen de lo más íntimo y no ceden a la tentación de ser mero formalismo, cuando esto ocurre, las formas son parte esencial del hombre. Vestir el uniforme, llevarlo en cuanta ocasión se le presentase a un soldado u oficial, era una manera de demostrar, y demostrarse el orgullo que sentíamos de pertenecer al ejército argentino.
La presencia de la brigada hasta el momento había sido nula.
Confinada a cuarteles de invierno por orden del Poder Ejecutivo; dedicada a quehaceres burocráticos que la esterilizaban, obediente de un sistema que había dado alas a la subversión, la Vta Brigada se mantuvo ajena, como el ejército en general, a la situación imperante.
La culpa no era de la institución, más nadie podía hacerle creer al pueblo tucumano que mientras el ERP quemaba estaciones de ferrocarril, arriaba la bandera nacional y hacía flamear la suya, controlaba las rutas demandando de los viajeros un "peaje" obligatorio, saciaba su sed de venganza en hombres honestos y ponía en peligro la seguridad nacional, el Ejército debía ser un simple espectador.
El sistema partidocrático, con el peronismo a la cabeza, insistía en subestimar la realidad subversiva, relegándola al campo delincuencial.
En rigor los partidos, la CGT, la CGE y demás grupos de presión y factores de poder sabían la dimensión del enemigo, sólo que preferían la concupiscencia del poder, de la influencia y de la alfombra colorada, a la seguridad nacional.
Eso explica la razón por la cual el ejército recién a comienzos de 1975 le fue ordenado a entrar en acción. Y lo fue tras casi dos años en que primero se confraternizó con el enemigo "Operativo Dorrego" y más tarde se hizo ojos ciegos ante los peligros que se avecinaban.
Nuestras armas nunca habían entrado en guerra desde la Campaña del Paraguay y si en algunos casos, los menos, la mentalidad militar estaba adaptada a los requerimientos de la contrasubversión, en la gran mayoría los efectivos a mi cargo poco o nada era lo que sabían al respecto.
Lo principal, pues, era explicarles las razones últimas de nuestra misión.
No se trataba de salir al cruce del ERP con la intención de solucionarle un problema al justicialismo, sino de salvaguardar la soberanía patria en peligro.
Convencer a mis soldados de éstos no fue fácil ya que era opinión generalizada que el ejército venía a salvar la política suicida del partido gobernante.
Algunos jefes, incluso, opinaban que resultaría mejor abstenerse de intervenir porque de esta manera el peronismo debería resignarse a dejar el gobierno.
No percibían que su antiperonismo les enredaba en una estrategia peligrosísima, empeñándose en sostener una tesis que sólo el tiempo y la lucha hizo desaparecer.Durante esos días -13 al 24 de enero- realicé el plan táctico de empleo de mis medios, contemplando la necesidad de esbozar un plan mínimo y otros que pronto hube de desenvolver contando, para el primero, con la tropa existente en Tucumán y para el segundo con los efectivos de toda la brigada.
El principal problema era que si distraía contingentes militares a fin de cubrir la zona de operaciones, desguarnecería el norte de la provincia e, incluso, otras provincias que me correspondían.
La Vta Brigada estaba compuesta por las siguientes unidades:
Compañía de Comando y Servicio en San Miguel de Tucumán; Compañía de Comunicaciones, anexa a la brigada; Compañía de Arsenales 5, también en la ciudad capital el Regimiento semimotorizado 19; el Regimiento de Infanteria de Monte 28, sito en Tartagal, que contaba con mulas; el Regimiento 20 de infantería de montaña, con mulas y el grupo de Artillería 5 de montaña.
En definitiva era una Brigada de llanura, montaña y monte que contaba con muy pocos vehículos disponibles para entrar en el tipo de guerra que iniciaríamos.
Además de comprobar que treinta y tres vehículos, incluyendo camiones, camionetas y jeeps, estaban fuera de servicio, tuve que montar un taller mecánico de envergadura, capaz de solucionar los problemas derivados del uso y abuso que se hacía de los rodados en las operaciones contra la guerrilla.
Sin embargo, eso no fue todo, pues se hizo necesario contar también con autos civiles que sirvieran para las tareas de inteligencia y las operaciones no convencionales.
El ERP sabía identificar perfectamente nuestros vehículos verde oliva, pero hubo de desconcertarse cuando ya no eran soldados vestidos de uniforme los que realizaban los controles nocturnos operativos especiales, sino grupos de civil que utilizaban automóviles civiles comunes, imposibles de distinguirse a primera vista.
De esta manera, a través del empleo de tropas escogidas y entrenadas para operativos irregulares, se logró la victoria más importante de cuantas obtuviéronse en el año que permanecí en Tucumán: revertir y transferir el temor de la propia tropa a la subversión, con el agravante, para ésta, que el temor devino terror ante la celeridad, eficiencia y dureza del ejército.
Porque negarlo sería inútil; desde un principio inculqué a mis efectivos la idea de que debían reprimir sin consideraciones toda acción subversiva, viniese de donde viniese y aún cuando en su transcurso se perdiese la vida.
No se me escapaba que modelar un ejército teórico, académico, apegado a tradiciones caballerescas, propias de una guerra convencional, instruyéndolo en el arte de la guerra contrarevolucionaria, donde el honor con el enemigo resultaba suicida, era una labor paciente y difícil.
No obstante, aunque faltaba experiencia, lo cual es lógico, había espíritu en la tropa y el cuerpo de jefes, oficiales y suboficiales.
Una cosa, dejé en claro, y era la relacionada con la responsabilidad por los errores que pudiesen cometerse en este tipo de operativos.
Dije a mis subordinados que el Comandante de la Brigada sería ante las autoridades provinciales, nacionales y municipales, ante la justicia y la propia superioridad el único responsable, pero que no avalaría ni permitiría excesos propios, de soldadesca desenfrenada, contra bienes materiales.
Cuando se requisase una casa, un auto o un departamento se lo haría teniendo en cuenta que nada de lo que allí se encontrase pertenecía al ejército, y que motivo alguno justificaba no dar cuenta a la superioridad de los objetos hallados.
Afortunadamente no tuve que repetir la orden y sólo permití que mis subordinados conservasen "trofeo de guerra" del enemigo -banderas, armas, uniformes, etc., nada más.
El cambio de mentalidad, sin el cual era imposible acometer la empresa con éxito, requería de la colaboración de hombres ya entrenados.
En tal sentido, me fue de inapreciable valor la llegada, una semana antes del "operativo" de un contingente de la Policía Federal, acostumbrada a estas lides pues sobre ella recaía la responsabilidad de la lucha antisubversiva en el país.
Junto al mismo y un haz seleccionado de oficiales, comenzamos a entrenarnos todos los días.
Había pasado el tiempo de los oficinistas, del papeleo y los escritorios y había sonado la hora de las armas.
Se llevaba permanentemente el casco de acero, el arma reglamentaria y una granada siempre lista.
Desde el jefe hasta el último de los conscriptos se iniciaron, sin desmayos, en el arte de la guerra.
Así, a diario practicábase tiro al blanco, lanzamiento de granadas, voladuras de objetivos tácticos, sembrado de minas y por supuesto, prácticas de interrogatorio y manejo y traslado de detenidos.
Si se tiene presente que mi arribo fue el 13 y el "Operativo" comenzó el 9 de febrero, tuve escasos veinticuatro días para realizar una acelerada pero exaustiva instrucción de cuadros y tropa.
El entrenamiento siempre era completado con una serie de charlas sobre la naturaleza y fin de la empresa marxista, que era seguida con entusiasmo por quienes escuchaban a este improvisado conferenciante decirles los rigores que se avecinaban y la forma de enfrentarlos.Desde ya, ni bien asumí la responsabilidad histórica de vencer o caer derrotado frente al comunismo, comprendí la impostergable necesidad de acomodar, por duro que fuese, nuestros corazones y nuestras mentes a esa guerra.
Eliminé, pues, toda reunión social, suspendí fiestas, prohibí desde ese momento los campeonatos ecuestres y finalmente dejé sin efecto la licencia de los miércoles por la tarde -tradicional en el ejército- y la de los sábados y domingos.
El enemigo no reconocía santuarios ni feriados y de una buena vez debíamos comprender que no estábamos delante de una mesa de operaciones en el Estado Mayor o en un zafarrancho de combate, cargados los FAL con balas de fogueo.
Con enorme pena, pero dando el ejemplo, le dije a mi mujer que volviese a Buenos Aires, aconsejando a mis hombres que en la medida de lo posible, prescindiesen del contacto familiar.
La dureza del consejo -que no quería ser órden- venía impuesta por las características de la lucha y yo no podía, faltándome efectivos, distraer a dos o tres soldados para custodiar a mi señora o a algún familiar.
Nada ni nadie debía entorpecer las funciones militares, ni siquiera los seres más queridos.
En la guerra -y ésta es de las más crueles- el éxito de un soldado depende del comportamiento de su familia, por cuanto si el hogar interfiere en sus actividades castrenses, es imposible que cumpla acabadamente su misión.
En mi caso, decir cuánto le debo a la madre de mis hijos sería imposible, pues de ella nunca escuché una queja a la hora de separarse de mí, sin saber si me volvería a ver en su próxima visita a la capital tucumana.
Ahora bien, al demandar ese supremo esfuerzo por ambas partes y al pedir que las mujeres dejasen a sus maridos, y estos faltasen a su hogar, con los consiguientes problemas, no dejé ni por un momento de ocuparme de aquellas heróicas mujeres que perdieron para siempre a sus esposos, muertos en defensa de Dios y la Patria.
Al comando hube de invitar personalmente a las señoras del Capitán Viola, asesinado en una emboscada el 01 de Diciembre de 1974 y del Teniente Coronel y del Mayor, fallecidos en un accidente aéreo en Tafí del Valle.
Aunque en ocasiones como esa toda palabra suele estar de más, comencé diciéndoles que ellas y sus hijos seguían, desde ya, integrando el núcleo familiar militar y que podían continuar ocupando sus respectivos departamentos en el barrio de oficiales.
Dicho esto, puse a su disposición a uno de mis mejores colaboradores -el Capitán Abba, abogado militar- para que gratuitamente se encargase de tramitar todos los inconvenientes derivados de la suceción u otros que pudiesen presentárseles.
Asimismo, designé a dos oficiales -el Teniente Coronel González Navarro y el Teniente Coronel Villafañe, del G1 -como esponsos, y, en el caso de desearlo ellas, me comprometí a gestionarles la adquisición de un núcleo habitacional por medio del plan de viviendas del Banco Hipotecario Nacional.
Como las tres demandaron ese favor, intercedí ante el Ministerio de Bienestar Social y obtuve una respuesta inmediata, de forma tal que las señoras recibieron sus respectivas casas, además de un subsidio familiar que les permitiese iniciar el pago de las mismas.

martes, 9 de febrero de 2010

A 35 AÑOS DEL OPERATIVO INDEPENDENCIA

OPERATIVO INDEPENDENCIA

Decreto “secreto” Nro. 261 (5 de febrero de 1975)

Visto las actividades que elementos subversivos desarrollan en la provincia de Tucumán y la necesidad de adoptar medidas adecuadas para su erradicación:
LA PRESIDENTE DE LA NACIÓN ARGENTINA
En Acuerdo General de Ministros

DECRETA:

Art. 1º.: El Comando General del Ejército procederá a ejecutar las operaciones militares que sean necesarias a efectos de neutralizar y/o aniquilar el accionar de los elementos subversivos que actúan en la Provincia de Tucumán.

Art. 2º.: El Ministerio del Interior pondrá a disposición y bajo control operacional del Comando General del Ejército los efectivos y medios de la Policía Federal que le sean requeridos a través del Ministerio de Defensa para su empleo en las operaciones a que se hace referencia en el art. 1º.

Art. 3º.: El Ministerio del Interior requerirá al Poder Ejecutivo de la Provincia de Tucumán, que proporcione y coloque bajo control operacional al personal y los medios policiales que le sean solicitados por el Ministerio de Defensa (Comando General del Ejército), para su empleo en las operaciones precisadas.
Firman este decreto la Presidente Sra. Martínez de Perón, y los Ministros Benítez, Rocamora, Savino, Ivanissevich, López Rega, Gómez Morales, Vignes y Otero.

Pero la guerra contra la subversión no estaba circunscripta sólo a Tucumán, sino que abarcaba todo el territorio nacional, hecho demostrado a diario por el propio accionar de la guerrilla con sus múltiples atentados, asesinatos, secuestros, asaltos, ataques a unidades militares, etc..

Si bien el poder político hacía vanos esfuerzos por disimular la trascendencia de la agresión terrorista y limitar la misma a Tucumán, la realidad se impuso y, ocho meses más tarde, hubo que sancionar otros decretos.

El 6 de octubre de 1975, al día siguiente del ataque al Cuartel de Regimiento de Formosa por parte de los montoneros, el Poder Ejecutivo Nacional dictó tres nuevos decretos:

Decreto 2770 (6 de octubre de 1975): Visto la necesidad de enfrentar la actividad de los elementos subversivos que con sus acciones vienen alterando la paz y la tranquilidad del país, cuya salvaguardia es responsabilidad del Gobierno y de todos los sectores de la Nación y
Considerando lo propuesto por los Señores Ministros... (todos).
El Presidente Provisorio del Senado de la Nación en ejercicio del Poder Ejecutivo

En Acuerdo General de Ministros

DECRETA:

Art. 1º.: Constitúyese el Consejo de Seguridad Interior que estará presidido por el Presidente de la Nación y será integrado por todos los Ministros del Poder Ejecutivo Nacional y los Señores Comandantes Generales de las Fuerzas Armadas.
El Presidente de la Nación adoptará en todos los casos las resoluciones en los actos que originen su funcionamiento.

Art. 2º.: Compete al Consejo de Seguridad Interior:

a) La dirección de los esfuerzos nacionales para la lucha contra la subversión.
b) La ejecución de toda la tarea que en orden a ello el Presidente de la Nación le imponga.

Art. 3º.: El Consejo de Defensa, presidido por el Ministro de Defensa e integrado por los Comandantes Generales de las Fuerzas Armadas, además de las atribuciones que le confiere el Art. 13 de la Ley 20.524 tendrá las siguientes atribuciones:

a) Asesorar al Presidente de la Nación en todo lo concerniente a la lucha contra la subversión.

b) Proponer al presidente de la Nación las medidas a adoptar, en los distintos ámbitos del quehacer nacional, para la lucha contra la subversión.

c) Coordinar con las autoridades nacionales, provinciales y municipales la ejecución de medidas de interés para la lucha contra la subversión.

d) Conducir la lucha contra todos los aspectos y acciones de la subversión.

e) Planear y conducir el empleo de las Fuerzas Armadas, Fuerzas de Seguridad y Fuerzas Policiales para la lucha contra la subversión.

Art. 4º.: La Secretaría de Prensa y Difusión de la Presidencia de la Nación y la Secretaría de Informaciones del Estado quedan funcionalmente afectadas al Consejo de Defensa a los fines de la lucha contra la subversión...

Art. 5º.: La Policía Federal y el Servicio Penitenciario Nacional quedan subordinados a los mismos fines al Consejo de Defensa.

Art. 6º.: El Estado Mayor Conjunto... tendrá como misión asistir al Consejo de Defensa en lo concerniente al ejercicio de las atribuciones que en él se le asignan.
Firman este decreto Italo A. Luder, Manuel Arauz Castex, Tomás S. E. Vottero, Carlos F. Ruckauf, Carlos A. Emery, Antonio Cafiero y Angel F. Robledo.

Decreto 2771 (6 de octubre de 1975): Visto lo dispuesto por el decreto 2770 del día de la fecha, y la necesidad de contar también con la participación de las fuerzas policiales y penitenciarias de las provincias en la lucha contra la subversión.

El Presidente Provisorio del Senado de la Nación en Ejercicio del Poder Ejecutivo

En Acuerdo General de Ministros

DECRETA:

Art. 1º.: El Consejo de Defensa a través del Ministerio del Interior suscribirá con los Gobiernos de las Provincias convenios que coloquen bajo su control operacional al personal y los medios policiales y penitenciarios que le sean requeridos por el citado Consejo para su empleo inmediato en la lucha contra la subversión.
Firman este decreto los mismos firmantes del decreto 2770

Decreto 2772 (6 de octubre de 1975): Visto los decretos 2770 y 2771 del día de la fecha, y la necesidad de reglar la intervención de las Fuerzas Armadas en la ejecución de operaciones militares y de seguridad y a los efectos de aniquilar el accionar de los elementos subversivos en todo el territorio del país.

Por ello

El Presidente Provisorio del Senado de la Nación en Ejercicio del Poder Ejecutivo

En Acuerdo General de Ministros

DECRETA:

Art. 1º.: Las Fuerzas Armadas bajo el Comando Superior del Presidente de la Nación, que será ejercido a través del Consejo de Defensa,
procederán a ejecutar las operaciones militares y de seguridad que sean necesarias a los efectos de aniquilar el accionar de los elementos subversivos el todo el territorio del país.
Firman este decreto: Italo A. Luder, Carlos F. Ruckauf, Angel F. Robledo, Antonio Cafiero, Tomás S. E. Vottero, Carlos A. Emery y Manuel Arauz Castex.

Como consecuencia de estos tres decretos, con fecha 15 de octubre de 1975, el Consejo de Defensa imparte la siguiente directiva:

Directiva del Consejo de Defensa No 1/75 (Lucha contra la subversión) (15 de octubre de 1975)
5. Misión

Las FF AA, fuerzas de seguridad y fuerzas policiales y demás organismos puestos a disposición de este Consejo de Defensa, a partir de la recepción de la presente Directiva,
ejecutarán la ofensiva contra la subversión en todo el ámbito del territorio nacional, para detectar y aniquilar las organizaciones subversivas y a fin de preservar el orden y la seguridad de los bienes, de las personas y el Estado.

6. Ideas rectoras

a) Concepción estratégica

1) La complejidad de la subversión y las características del enemigo, imponen la necesidad de emplear los medios disponibles en forma simultánea y concurrente a través de los niveles siguientes:
a) nacional.
b) conjunto.
c) específico.

2) El objetivo estratégico a lograr puede ser descompuesto de la siguiente forma, sin que ello signifique compartimentación de las acciones:

a) Aparato político-administrativo.
b) Elementos subversivos clandestinos.
c) Elementos subversivos abiertos.

3) Dado que la subversión ha desarrollado su mayor potencial en los grandes centros urbanos y en algunas áreas colindantes, el esfuerzo principal de la ofensiva será llevado sobre el eje Tucumán-Córdoba-Santa Fe-Rosario-Capital Federal-La Plata.

4) ... (zonas potencialmente aptas).

5) Las operaciones deberán evitar la formación de nuevos frentes rurales.

6) La ofensiva deberá lograr antes de finalizar el año 1975 una disminución notable del accionar subversivo y transformar a la subversión en un tema de naturaleza policial para fines de 1976.

b) Efectos a lograr

Las acciones deben tender a:

1) Obtener una clara información sobre los elementos que integran el aparato político-administrativo y sus elementos subversivos clandestinos y abiertos.

2) Crear una situación de inestabilidad permanente en las organizaciones subversivas que permitan restringir significativamente su libertad de acción.

3) Aniquilar los elementos constitutivos de las organizaciones subversivas a través de una presión constante sobre ellas.

4) Eliminar y desalentar el apoyo que personas u organizaciones de distinto tipo puedan brindar a la subversión.

5) Incrementar el apoyo de la población a las propias operaciones.

6) Orientar a la opinión pública nacional e internacional a fin de que tome conciencia que la subversión es un “enemigo indigno de esta patria”.

7) .......................................

8) Aislar la subversión de todo apoyo tanto de tipo interno como externo.

c) Intervención de las FF AA y de seguridad

1) Dada la actitud ofensiva asumida, las fuerzas tendrán la más amplia libertad de acción para intervenir en todas aquellas situaciones en que se aprecie pueda existir connotaciones subversivas.

2) Debe evitarse participar directamente en hechos de índole política, gremial, etc., así como comprometerse en acciones de neta injerencia policial.

d) Formas de empleo

1) Acciones conjuntas............

2) Las FF AA operarán normalmente sin Zonas de Emergencia, las que serán declaradas cuando las situaciones de excepción así lo impongan.

3) Fuerzas policiales y Servicios penitenciarios provinciales... bajo control operacional de la fuerza correspondiente a la jurisdicción.

7. Misiones particulares

a) Ejército

Operar ofensivamente, a partir de la recepción de la presente Directiva, contra la subversión en el ámbito de su jurisdicción y fuera de ella en apoyo de las otras FF AA, para detectar y aniquilar las organizaciones subversivas, a fin de preservar el orden y la seguridad de los bienes, de las personas y del Estado.

b) Armada

(Similar al Ejército)

c) Fuerza Aérea

(Similar al Ejército)

d) Reserva Estratégica Militar

1) Organización..........
2) Empleo: (prioridades)

8. Estructura militar territorial

De acuerdo con el Plan de Capacidades (Marco Interno) año 1972, de las fuerzas respectivas.

9. Enlace con las autoridades gubernamentales

a) Concepto

Consistirá en una relación con todos los sectores del quehacer nacional, provincial y municipal e implicará:

1) El requerimiento de la solución de los problemas directamente relacionados con el planeamiento y ejecución de operaciones militares.

c) Régimen funcional del sistema

Comando General de las FF AA con el Consejo de Defensa.
El consejo de Defensa presentará opiniones o requerimientos al Consejo de Seguridad Interior y al Poder Ejecutivo Nacional o ministerios.
El enlace a nivel provincial será coordinado por la autoridad militar del Ejército de mayor jerarquía dentro de cada provincia.
El mismo criterio se seguirá a nivel municipio.

11. Coordinación de las operaciones

Bases legales: compaginación a cargo del Estado Mayor Conjunto.

c) Vigencia de documentos de la Directiva Estratégica Militar, Plan de Capacidades (Marco Interno) 1972.
f) Informes

1º Informe inicial: (a los 15 días)
2º Informe semanal.....
3º Informes urgentes

Anexos: División del Territorio Nacional en zonas, áreas y subáreas.

Firman esta Directiva:
Tomás S. E. Vottero (Ministro de Defensa); General Jorge R. Videla (Comandante General del Ejército); Almirante Emilio E. Massera (Comandante General de la Armada) y Brigadier Héctor Fautario (Comandante General de la Fuerza Aérea) miembros del Consejo de Defensa.

Fuente: “Guerra Revolucionaria En La Argentina (1959-1978)” de Ramón Genaro Díaz Bessone.
Edición Círculo Militar. Año 1988
(Parte del Cap. VIII: “La respuesta a la guerra revolucionaria”; págs. 233 a 241).